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[title]En estos tiempos en los que el mundo parece cada vez más cercano al karma, resulta estimulante saber que, desde la literatura, hay una opción que se le opone. Aunque por su nombre parezca de origen anglosajón, Dharma Books Publishing es un proyecto editorial mexicano con sede en la Ciudad de México, que en agosto cumple cuatro años de ser un sello independiente y cada vez con más notable existencia.
Su equipo joven, encabezado por Nicolás Cuellar Camarena y Raúl Aguayo, está apostando por una literatura igualmente joven, más por la propuesta que por la edad de los autores. El ejemplo más visible es el de Ariana Harwicz, una de las plumas más viscerales y aplaudidas de la narrativa argentina, quien por primera vez es publicada en una editorial mexicana, con Matate, amor, su primera novela, publicada en 2012.
“Es la primera de una trilogía que explora lo más oscuro del alma y de la conciencia de las personas. Hemos hecho muy buenas migas con ella, así que vamos a publicar los otros dos libros de la trilogía: La débil mental y Precoz”, cuenta Nicolás. Y añade que pronto, en Dharma Books Publishing, recibirán a otra autora infalible: la uruguaya Fernanda Trías con La azotea, una perturbadora novela breve sobre fobias y encierros.
Harwicz está muy bien acompañada por autoras mexicanas como Karla Zárate con su primera novela, Llegada la hora; Lilián López Camberos con su primer libro de relatos, Quisiera quedarme quieta, y Sara Uribe con el exitoso poemario Un montón de escritura para nada, que viene a confirmar el compromiso y autenticidad que esta escritora puso sobre la mesa desde la publicación de Antígona González, en 2012.
En cuatro años, Dharma ha publicado 20 títulos, que al revisarlos sorprenden las múltiples direcciones hacia las cuales se orienta el perfil de la editorial. Lo mismo una nueva versión de la novela Todas las fiestas de mañana de Miguel Cane, que ensayos sobre videojuegos en Ficciones lúdicas de Rodrigo Díez, las columnas acerca de literatura de Antonio Ortuño en El caníbal ilustrado o un poemario que deconstruye el tema de la muerte: Aquí el silencio no descansa de Enrique Urbina.
Uno de los sellos de casa es una colección de reescrituras propuesta por L.M. Oliveira y Jaime Mesa, quienes volvieron a escribir sus primeras novelas, acompañadas de un ensayo que explica el proceso: Bloody Mary es ahora Las buenas costumbres, y Rabia hoy es Un hijo virtuoso. Dharma adoptó la propuesta y, de hecho, su título más reciente es Residuos de David Miklós, en el que revisita su trilogía de novelas breves La piel muerta, La gente extraña y La hermana falsa. Se espera que pronto se sume a la colección de Dharma Books Publishing la reescritura de Moho, primera novela de Paulette Jonguitud.
“Son autores con una voz ya sólida que se enfrentan a la ambición de la primera novela y la reescriben con un oficio más avezado. El corazón de la historia sigue siendo el mismo, pero la historia es otra. Para ellos, la reescritura es una posibilidad de conocerse mejor como escritores”, cuenta.