
No hay festividad tan esperada en la capital oaxaqueña como los "Lunes del Cerro", nombre popular de la Guelaguetza. Esta palabra proviene del zapoteco guendalizaá, que significa cooperar. Es una tradición comunitaria para apoyarse recíprocamente cuando hay fiesta, ya sean bodas o bautizos. Los vecinos contribuyen con alcohol, comida y donativos en especie que regresan cuando es su turno de ser los anfitriones. En una planicie rodeada de montes, el centro de Oaxaca celebra su propia fiesta de colores, música y sincretismo cultural.
Desde 1932, el Cerro del Fortín es la casa de los grupos que presentan bailes de las diferentes zonas del estado. Quien asiste a la Guelaguetza puede dar fe de que Oaxaca es, ante todo, diversidad: 570 municipios, 18 grupos étnicos y ocho regiones que se traducen en la parsimonia de la sierra, la alegría de las costeñas, el colorido de los penachos de la Danza de la Pluma, las aves bordadas en los huipiles de Huautla, el porte de las istmeñas y la coquetería de las mujeres que bailan Flor de Piña. Oaxaca es su herencia prehispánica y pasado colonial.
Julio es el mes en el que la Verde Antequera se vuelve una invitación a que recorras sus calles coloniales, galerías, bares y restaurantes. La ciudad expresa las
culturas que coexisten en ella. Únete a la máxima fiesta de los oaxaqueños y ayuda a perpetuar la tradición. ¿Quién no ha querido cantar "La Llorona" mientras le da unos besitos al mezcal?
Auditorio Guelaguetza Cerro del Fortín s/n, Carretera Internacional, Oaxaca. Lun 25 de julio y 1 de agosto, 10am. $969 -$1,240; gratis zona C y D.
Para conocer los platillos más representativos de las distintas regiones que componen la Guelaguetza, consulta nuestra guía. Buscamos los mejores restaurantes en la capital de Oaxaca para que puedas probarlos: