Es uno de esos edificios que parecen perdidos en el tiempo. Sus muros, aunque envejecidos, destacan como un ejemplo fiel de la arquitectura art déco en México. Fue construido en 1929 por el arquitecto Teodoro Kinhard y en sus tiempos de gloria se jactó de ser “el palacio de la pelota vasca”, ya que fue sede de varios campeonatos mundiales. También fue famoso por albergar competencias de artes marciales y del campeonato nacional de boxeo Cinturón de Oro, además de ser el recinto sede de las competencias de box en las olimpiadas de 1968.
Sus paredes no sólo fueron testigo de acontecimientos deportivos, en 1939 vieron nacer al Partido Acción Nacional. El lugar también funcionó como un centro de apuestas, lo que lo convirtió en un punto de encuentro para la crema y nata de la aristocracia citadina. Incluso existen fotografías de su archivo donde se puede ver a Orson Welles, Errol Flynn y Mario Moreno “Cantinflas”, algunas de las personalidades de la cinematografía que pisaron el frontón. El inmueble de tres mil metros cuadrados también fue escenario de la película La noche avanza (1951), del director Roberto Gavaldón, protagonizada por Pedro Armendáriz.
Su declive vino en octubre de 1996, cuando tuvo que cerrar sus puertas debido a las deudas del concesionario del inmueble y problemas laborales que desencadenaron en una huelga. Por más de 20 años el edificio permaneció en el olvido. Fue a principios del 2013 que el Secretario de Desarrollo Económico del DF, Salomón Chertorivski, anunció un ambicioso proyecto que consiste en el rescate del edificio histórico y su reapertura como un hotel que incluiría un centro de apuestas y restaurantes.
Por fin, el 10 de marzo de 2017 el recinto abrió sus puertas de nuevo. Con una inversión de 35 millones de dólares, el nuevo frontón es un centro de entretenimiento moderno que incluye un casino, un sky bar, espectáculos musicales y por supuesto, juegos en vivo de jai alai.