Ilustración de luchador con máscara y traje blanco
Ilustración: Cortesía Trino
Ilustración: Cortesía Trino

Trino: Cómo devolverle la frescura al humor

Hablamos con Trino sobre el humor en tiempos de la “generación de cristal”, cómo mantenerse vigente y la deconstrucción

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José Trinidad Camacho, o como todos lo conocen, Trino, el caricaturista creador de El Santos, El Rey Chiquito, Las Crónicas Marcianas, y ganador del Premio Nacional de Periodismo (2000) nos cuenta sobre la constante lucha de generaciones y los retos de hacer humor en la sociedad mexicana de 2021.

En una entrevista mencionabas que “está más cabrón hacer humor ahorita”, ¿de qué manera se ha modificado el humor?
Cualquier tema ya es susceptible a darle una segunda pensada y eso obviamente le quita un poco de frescura a todo, tienes que pensar en si el chiste no es misógino, si no apela a una especie machista, por decir ciertas cosas. Debes tener muy claro que usas el lenguaje adecuado, a quién va dirigido. Saber si La Tetona entra como un personaje válido en estos tiempos, porque era un personaje empoderado, se chingaba al Santos, es una mujer con mucha fuerza, muy padre personaje, pero a todo hay que darle una repensada. Hay elementos o maneras que creo que están cambiando para bien, pero también se está perdiendo la frescura del humor en general.

Es un poco como esos que quieren cancelar las caricaturas de Bugs Bunny o de Betty Boop porque se sexualizaban las cosas, yo digo que hay que entender en qué momento se hicieron. También lo pienso con El Santos, hay que entender en qué momento salíamos.

¿Para ti existe la generación de cristal?
Por supuesto, como le digo a mi hijo de 13 años, si se pegan pasando por una puerta, chillan, pero hay un lado positivo que veo: son muy ecológicos. A mí me gusta fumarme un purito de vez en cuando, mi hijo me dice “apaga eso, te vas a morir, eso da cáncer”. Cuidan los plásticos, “no papá, no pidas bolsa en el super”. Se volvieron una especie de jueces de todo lo que uno hace. Y en la escuela le digo “oye, ¿ya te agarraste a moquetazos?”, y me responde “¿qué te pasa papá?, si hay un bully todos lo acusamos”. Está en un ambiente mucho mejor que donde crecimos nosotros, pero de repente tener una fricción y llegar a los golpes, es una manera brutal que hacíamos los chavos, pero también te aterriza a que no seas tan pusilánime en muchas cosas. Es algo que yo no entiendo, no estoy diciendo que estén mal. 

¿Estás interesado en llegar a ese público?
Sí me interesa muchísimo trascender a otras generaciones, sobre todo ponernos al día con los temas y los proyectos que están haciendo los chavos. Para no quedarnos en esta cuestión de ser Snoopy en los periódicos, que Snoopy es chingonsísimo, pero a veces esas tiras cómicas las ves como una parte ya integrada en un periódico y no les das mucha relevancia. Lo que importa son las nuevas tecnologías, entonces para El Santos, que inició en un periódico y luego lo hicimos película, ahorita nos interesa hacerlo una serie a través de servicios de streaming. 

¿Cómo encuentras inspiración para mantenerte vigente?
En mucho de lo que ven mis hijos, no me meto en los videojuegos ni nada, pero atento en los temas que hablan. Por un lado, a mi hija de 22 años, le gustan ciertas series y programas que yo ya no le estoy agarrando la onda. Por ejemplo, soy muy fan de Los Simpson y de Futurama, pero luego vi Desencanto y ya no me gusta tanto, pero es muy bonita la animación.

Ya no sé si estoy entendiendo Bojack Horseman, y yo pregunto si les da risa y dice “no es que nos de risa, es que nos gusta porque toca temas”, entonces empiezo a no quedarme sin ver lo que están haciendo ellos para poder entender sin querer copiarlo. Porque JIS y yo todavía nos sentimos, lo digo con toda sinceridad, jóvenes, en ese rollo de pensamiento. Tocar temas que sean interesantes para los chavos es ahorita un reto que hay que superar.

 Foto: Cortesía Trino

¿Crees que la sociedad mexicana de 2021 está más abierta a hablar de temas tabú?Yo creo que está más abierta a normalizar los temas tabú, a censurar en cierto caso. Hay una especie de visión del metalenguaje de ¿qué quiso decir? Yo no me identifico ni con los fifís ni con los chairos, mi crítica siempre va a ser hacia el poder y sigo siendo crítico a eso, porque nadie es infalible, pero de repente haces un humor que por decir algo, ya eres chairo. Además, está el movimiento #MeToo, cualquier chiste puede ser misógino. Dices los nombres como se decían antes, y ahora se dicen débiles visuales, ya no se dice ciego. Hay una especie de comisarios, las redes (sociales) se volvieron eso, todo el tiempo te están bajando de huevos, que eres de otra generación y ya no le estas entendiendo a las nuevas, que ya no se puede decir tal cosa y entonces se quita lo espontaneo y lo fresco.

Todo el mundo está en una especie de cancelar muchas cosas, de cancelar las caricaturas de Warner Bros, de cancelar a Pepe Le Pew, el zorrillo que enamoraba a la gatita. Porque por supuesto que los hombres nos hemos encargado, con nuestro machismo, de dar una imagen. Y por todos los feminicidios, claro que tienen una lucha totalmente válida e interesante, pero por eso de repente se vuelen los extremos. Hay gente que está en el extremo viendo en qué momento la estas cagando para ponerte en tu lugar y eso da mucha flojera.

¿Cómo devolverle la frescura al humor?
Yo creo que manteniendo tu visión del humor y con la capacidad de reírnos primero de nosotros mismos y luego de los demás, para que esto no se vuelva un humor bully.

¿Trino se está decosntruyendo?
Yo creo que eso te lo va enseñando la edad y el hecho de ser papá, tener una hija y un hijo con los cuales tienes que ser un poco más cuidadoso. De repente no quiero que las lean (sus tiras), me dan pena, pero las hice cuando yo estaba soltero, no tenía idea de si iba a tener hijos o no. Sí te empiezas a deconstruir muchísimo, tus valores, la manera de ver la vida, tu cosmovisión. Creo que hay demasiadas cosas donde los hombres, como género masculino, la hemos cagado con el género femenino.

México sigue siendo un país totalmente machista. Fui criado en un ambiente donde mi mamá les decía a mis hermanas “no se coman el cereal de sus hermanos”, “tiéndanle la cama a sus hermanos”, es decir, las mismas mamás se encargaban de eso. Y mis hermanas decían “no, ni madres” y qué padre, mis hermanas son super necias, en ese sentido agarraron esa bandera y no se dejaron de mi jefa, que no lo hacía con mala intención, sino que ella venia de una familia en la que las mujeres atendían a los hombres. Me parece que estamos viviendo un momento extraordinario para darle un giro a esto y deconstruirnos todos en nuestra manera de pensar.

¿Aún quieres ser recordado como Pepe Guízar de los noventa o Paul McCartney de los dosmiles?
Sigo pensando eso. Esa idea de querer ser recordado se me hace tan terrible, porque realmente ni vas a estar aquí; o sea, ni me voy a enterar. Entonces esos reconocimientos que siempre llegan bien para la autoestima, porque es eso, sientes bonito que te den un premio, un reconocimiento, no lo voy a negar, pero eso no cambia absolutamente nada en la vida. No por tener un premio te van a pagar más, no por tener un premio te van a contratar.

Estoy feliz porque sigo publicando al menos en un periódico, pero ya no estoy haciendo las tiras que hacía antes, ya no estoy haciendo El Rey Chiquito, ni las fabulas, ni Las Crónicas Marcianas. Ahora hago un cartón de deportes, entonces ahí el espectro se vuelve muy pequeño. Además, no quiero hacer una tira donde hable de resultados de futbol, sino de lo que es el humor dentro de la gama de deportes.

Trino participó en el DromoFest, de qué hablamos cuando hablamos de drogas. Puedes ver su participación aquí: 

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