En el sismo ocurrido en 2017 varios monumentos se dañaron, entre ellos la Catedral Metropolitana. Para asegurar la pemanencia en buen estado de este monumento y evitar daños producidos por temblores futuros, la Secretaría de Cultura decidió intervenir arquitectural y estructuralmente este recinto religioso y cultural. Así, durante este proceso se encontaron 23 cajas de plomo incrustadas en las paredes de la catedral.
Las reliquias halladas tienen inspiraciones religiosas. En su interior se encontraron pinturas, cruces de madera y palma y fragmentos que, presuntamente, conformaban medallones de barro y cera. Además en la caja que porta una inscripción de San Juan Bautista, se encontró una nota que es prueba que esa caja ya había sido encontrada en 1810 por uno de los pintores que, se cree, era parte del equipo del arquitecto Tolsá.
El primer descubrimiento se realizó el 30 de diciembre a las 10:32am en el tambor de la linternilla de la cúpula central, así lo informó Arturo Balandrano Campos, Director General de Sitios y Monumentos. Y después de que se notificó al INAH, se encontraron otras 19 cajas más, en el trancurso de ocho horas.
De acuerdo a los expertos, estos nichos también contenían imágenes de los santos protectores, puestas ahí como creencia de protección para la Ciudad de México. Por este motivo, se planea regresar las cajas al lugar en donde fueron encontradas. Por cierto, ya se terminaron los trabajo de reconstrucción del monumento.
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