Llevar ensalada a la oficina
No es solamente para los conejos o los vegetarianos, el punto de llevar comida ligera a tu oficina (como una ensalada) es que te nutre más en cuanto a propiedades alimenticias. Por ejemplo, las verduras frescas mejoran el funcionamiento de tu metabolismo y no necesariamente son aburridas en sabor: prueba la arúgula o los berros, así añades un toque picoso.
Una vez seleccionados los ingredientes verdes, pasa a los acompañantes: zanahoria, pepino, granos de frijol, fruta seca, queso rayado, alguna proteína (que no sea pollo frito, por favor), nueces, almendras, y la lista crece. No te emociones con los croutons y los aderezos, mejor cambia la receta para darle tu propio sazón, intenta con un aderezo de limón y ajo con aceite de oliva. Bueno, bonito y barato.