Todo comenzó en San Luis Potosí con un espacio de 200 metros cuadrados para que jóvenes emprendedores compartieran proyectos e ideas. Con el tiempo se mudaron a la ciudad y aumentaron el terreno para crear CoWdf, dedicado a freelancers, startups, diseñadores y programadores. Los cofundadores Gabriel Charles e Isaac Carreón tienen en claro que el espíritu emprendedor es la mejor vía de crecimiento para negocios en el país. Actualmente apoyan a 33 empresas y tienen grandes planes a futuro para ser un destacado hub de innovación comenzando en la Roma y Condesa.
La entrada a las oficinas es tan misteriosa como el Hanky Panky Coctail Bar, según nos comenta Isaac. Subiendo las estrechas escaleras encuentras un complejo de paredes de vidrio usadas como pizarrón o con post-its pegados. Hay gente de todas las edades sentada con su laptop, hablando por teléfono, platicando con el de a lado o acariciando a un perro, el umbral de networking se siente en su máxima potencia.
El acomodo de una oficina fija se cobra por mes: está el cowork para una sola persona; la chica, con equipos de seis personas; la mediana, para ocho; y la grande, para 10 personas con mesas y sillas de trabajo. Cualquier opción incluye internet, bebidas y amenidades, sala de juntas y acceso a charlas y eventos. La terraza te recibe con una distinguida vista de la ciudad y una pared con un stormtrooper pintado digno de fotografiar para presumir en redes sociales.
El acceso es 24/7 y cuentan con renta de bicicletas, además de ofrecer cerveza y talleres con diferentes empresas para compartir experiencias. Deja que el brainstorming fluya y sácale potencial a esa idea que ronda por tu cabeza.