Qué hacer en la semana en el DF
Foto: Alejandra Carbajal
Foto: Alejandra Carbajal

Cómo y dónde estar solo en la CDMX

Aquí te sugerimos algunos espacios de la Ciudad de México donde podemos aprender a estar solos, se trata de un conocimiento intuitivo y meramente empírico

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Todas las ciudades encarnan esta paradoja: a pesar de que hay cada vez más personas habitando los aplazamientos urbanos, más juntas y en espacios cada vez más reducidos —un vagón del metro, un departamento en un complejo habitacional, un elevador—, permanecemos aislados: somos más y estamos más juntos que nunca y, sin embargo, nunca habíamos estado tan solos.

Y —otra vez, sin embargo— parece que a nadie le gusta la soledad, muchos rehúyen a estar consigo mismos. Tal vez no sabemos cómo estar solos. He aquí nuestras sugerencias para que te abraces a ti mismo y la pases de lujo. 

También revisa los libros para disfrutar la soltería y los beneficios de ser soltero

Lugares para estar solo en la ciudad

  • Cine
  • Xoco
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Cineteca Nacional
Cineteca Nacional

Ir al cine solo es una actividad que todavía está un tanto estigmatizada (solemos asociarla a ciertas prácticas de socialización: la cita, el faje, la salida en grupo, puede ser incluso una costumbre familiar), pero va ganando terreno: la última vez que fui al cine había otras tres personas solas en mi fila. Ni los libros ni la música ni la pintura nos hacen llorar tanto, no hay arte más lacrimógeno que el cine, y tal vez esa sea una de las razones por la que algunos preferimos ver películas en soledad. Hay una secuencia —que vi solo— de Los soñadores de Bertolucci, con resabios biográficos, en la que el protagonista va religiosamente a encerrarse en salas oscuras de cine, siempre se sienta hasta el frente, nadie lo acompaña a salpicarse de esas imágenes, quiere ser el primero en asimilarlas y no quiere distracciones. Siempre pienso en ella cuando los asientos contiguos al mío están vacíos y se apagan las luces.

La Cineteca es una suerte de oasis en medio de un desierto de aburrimiento. Por ejemplo, hay pocos lugares mejores para ver la puesta del sol en la ciudad que desde el último piso de su estacionamiento, o para acostarte en un petate a ver una proyección al aire libre con un helado Roxy, o para comprar algún libro y leer mientras esperas a que comience la función, o incluso para tomarte una cerveza y cenar. En la Cineteca puedes pasar un día entero sin sentir la necesidad de hablar con alguien más.

Supermercado

No importa dónde prefieras hacer las compras, para estos efectos da lo mismo. Mi hipótesis es que los supermercados son un lugar para el autoconocimiento, el sucedáneo posmoderno —guardando las distancias— de los llamados retiros espirituales. Por eso prefiero los supermercados que permanecen abiertos las 24 horas. Suelo usar los pasillos vacíos del súper para meditar. Aunque en lugar de llegar al nirvana, llegué a lácteos o a carnisalchichonería.

Aunque puede ser un ritual tedioso y suele ser visto como una pérdida de tiempo, desde el momento de hacer la lista, aunque sea mentalmente (saber qué necesitas, qué te hace falta, qué es lo que quieres), hasta la elección de un alimento en lugar de otro, de una marca sobre otra, ir al súper es uno de los pocos momentos de intimidad que podemos tener en la ciudad. Las personas que siguen ciertas filosofías new age suelen decir que eres lo que comes; si eso es cierto, tal vez en el supermercado es donde puedes descubrir quién eres verdaderamente. En ese sentido, quizá la cajera del súper nos conoce mejor que nuestra pareja.

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Audiorama

Hay muy pocos sitios en la ciudad donde se pueda estar solo con luz natural, o simplemente descansar alejado del ajetreo diario. Este lugar está acondicionado con una serie de bancas ergonómicas que son gentiles con la espalda; además cuenta con bocinas de las que la música se resbala a lo largo del día.

Se encuentra escondido en el Bosque de Chapultepec —a un costado de las escaleras que solía utilizar el emperador Maximiliano para salir del castillo de manera inadvertida, y a los pies del inframundo; es decir, junto a la caverna de Cincalco, una zona que conectaba el mundo de los vivos con el de los muertos en tiempos precolombinos.

Paseo de la Reforma s/n, San Miguel Chapultepec. Mar-dom 9am a 4pm. Entrada libre.

  • Museos y centros culturales
  • Historia
  • Cuauhtémoc
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

La terraza de este recinto cultural ofrece una vista del Centro Histórico «desde atrás». Más allá de los cláxones y el smog y el copal y la música de los cocheros y los gritos de los vendedores ambulantes y el gentío de la Plaza de la Constitución y la calle de Moneda se termina el ruido y empieza la calle de República de Guatemala. Desde las alturas se puede ver la parte posterior de la Catedral Metropolitana y un sector del Templo Mayor mientras se acaba el día y tú te acabas una cerveza. Hasta hace algunos años, esa era la parte más alta del Centro Cultural de España, pero abrieron nuevas salas y pequeños balcones desde los cuales se pueden apreciar distintos sectores de la ciudad: Tlatelolco, Tepito o Reforma.

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