Desde el primer día de enero de este año, hay una palabra que se ha expandido por el mundo y a estas alturas no necesita traducción. Se trata del nombre de un nuevo virus que comenzó a manifestarse en China entre el 12 y 29 de diciembre de 2019, y que confirmó su existencia en nuestra víspera de Año Nuevo.
A punto de cumplirse un año del inicio de su propagación, prácticamente no hay persona en el planeta que no esté trastocada por el COVID-19. En México, los más afortunados hemos permanecido en casa y tenemos preparado un cubrebocas —algunos hasta careta— para salir por lo indispensable.
También hay quienes no han parado de trabajar, somatizando el estrés causado por los traslados en transporte público. Y hay casos más extremos; desde aquellos que han perdido a más de un familiar debido a las complicaciones de esta enfermedad, hasta quienes viven del trabajo informal y sus ingresos se pausaron drásticamente por el confinamiento.
La forma de movilizarnos por la ciudad ha cambiado; lo mismo que nuestros hábitos para entretenernos: que si las obras de teatro en línea, que si vemos más series de Netflix o apartamos boletos para los conciertos online.
En conclusión, cada experiencia dentro de esta situación mundial e histórica es distinta. Por eso, decidimos armar una cronología colectiva en la que participaran lectores de Time Out México, para crear un relato a partir de distintas voces y miradas.