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La mayoría de las grandes ciudades del mundo no fueron pensadas desde su origen para ser ciudades de rascacielos. Empezaron a partir de una traza originaria, donde se transforman lotes y calles para adaptarse a la magnitud de las nuevas edificaciones.
Enanos y gigantes
"Hay que reconocer que la inercia por crecer verticalmente ya existe. Es un motor en marcha que debe continuar", afirma José Hesner Sánchez García, arquitecto, urbanista y representante del despacho TERRITORIOS Taller de Arquitectura.
El mercado inmobiliario busca grandes trozos de terreno para desarrollar conjuntos exclusivos. Es por eso que se edifican piezas aisladas de la ciudad, ajenas a su emplazamiento y contrastantes con su entorno. Tales son las razones por las que se ven conjuntos residenciales con torres de 40 pisos frente a viviendas de dos niveles.
Tenemos sismo
El terremoto del 85 marcó un antes y un después en materia de construcción. Aunque en un principio la tragedia inhibió la creación de algunas edificaciones altas, los arquitectos e ingenieros lo tomaron como un reto. Cada vez se revisan más los parámetros de seguridad y se apegan a las reglamentaciones.
El cielo es el límite
El perfil de la ciudad está cambiando con la consolidación de los grandes corredores de rascacielos: Reforma, Insurgentes, Circuito Interior y Periférico. La conexión entre estos puntos se da a través de nuevas vías elevadas, que se convierten en parte del panorama. Los rascacielos, asegura Hesner, son símbolos de modernidad y evolución, una forma de convertirse en un referente, en ver y ser visto.
Embotellamientos
En el lado positivo, este tipo de construcciones podrían favorecer el uso de transporte colectivo. Claro, eso sólo en caso de que los mismos busquen cumplir con una certificación que desaliente el uso del automóvil. También depende de si hay un proyecto de movilidad ligado a la zona", concluyó. ¿Estarán tomando las autoridades medidas para estos contratiempos con la misma anticipación que autorizan las edificaciones?
Enanos y gigantes
"Hay que reconocer que la inercia por crecer verticalmente ya existe. Es un motor en marcha que debe continuar", afirma José Hesner Sánchez García, arquitecto, urbanista y representante del despacho TERRITORIOS Taller de Arquitectura.
El mercado inmobiliario busca grandes trozos de terreno para desarrollar conjuntos exclusivos. Es por eso que se edifican piezas aisladas de la ciudad, ajenas a su emplazamiento y contrastantes con su entorno. Tales son las razones por las que se ven conjuntos residenciales con torres de 40 pisos frente a viviendas de dos niveles.
Tenemos sismo
El terremoto del 85 marcó un antes y un después en materia de construcción. Aunque en un principio la tragedia inhibió la creación de algunas edificaciones altas, los arquitectos e ingenieros lo tomaron como un reto. Cada vez se revisan más los parámetros de seguridad y se apegan a las reglamentaciones.
El cielo es el límite
El perfil de la ciudad está cambiando con la consolidación de los grandes corredores de rascacielos: Reforma, Insurgentes, Circuito Interior y Periférico. La conexión entre estos puntos se da a través de nuevas vías elevadas, que se convierten en parte del panorama. Los rascacielos, asegura Hesner, son símbolos de modernidad y evolución, una forma de convertirse en un referente, en ver y ser visto.
Embotellamientos
En el lado positivo, este tipo de construcciones podrían favorecer el uso de transporte colectivo. Claro, eso sólo en caso de que los mismos busquen cumplir con una certificación que desaliente el uso del automóvil. También depende de si hay un proyecto de movilidad ligado a la zona", concluyó. ¿Estarán tomando las autoridades medidas para estos contratiempos con la misma anticipación que autorizan las edificaciones?
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