Te imaginas hospedarte en lo que fuera la casa de la conductora de noticias Lolita Ayala. Busué hotel boutique es la definición perfecta de la palabra lujo y comodidad. Ubicado a unas cuadras del parque Lincoln y la llamada quinta avenida de la CDMX: Mazaryk, por fuera aparenta ser una casa, a excepción de un discreto letrero que nos anuncia la entrada del hotel.
Al llegar, encontrarás una pintura en el techo de la recepción hecha por artesanos con pigmentos naturales y en el suelo figuras creadas con azulejos. A pesar de que se han modificado varios elementos del hotel, aún conserva su esencia del arte barroco mexicano.
Busué cuenta con 11 habitaciones de tipo: deluxe, premiere room king de una cama, premiere room double de dos camas, master suite y presidencial suite. Todas ofrecen aire acondicionado, conexión Wi-Fi gratuita, soporte para iPod, TV LCD de pantalla plana con canales vía satélite, reproductor de DVD y caja de seguridad. Además, la habitación presidencial cuenta con un desayunador privado.
Busué mantiene en sus interiores una paleta de colores neutros que se complementan con destellos de color en los cuadros al óleo que adornan las paredes, juegos de cama bordados y los detalles que se conservan de la antigua Casa Vieja, como talavera en los baños.
El hotel Busué apuesta por la exposición y distribución del arte, por lo que en tu visita podrás encontarte con pinturas de artistas de la talla de Leonora Carrington. Las exposiciones son temporales y cada cierto tiempo las paredes del Busué albergan un artista distinto, con la posibilidad de adquirir sus obras vía internet o en el mismo hotel.
Para los interesados en recorrer la ciudad de una manera personalizada, Busué ofrece tours privados. Los lugares se seleccionan en relación con los gustos de cada huésped, por ejemplo: se ofrece un recorrido por los estudios de los diseñadores y tiendas de moda más reconocidos de la CDMX.
Por el tamaño del hotel, la mayor parte de los servicios se brindan en instalaciones externas al edificio. Mediante convenios los huéspedes pueden recibir un platillo de uno de los restaurantes de la zona de Polanco o bien, probar una clase de yoga a unas cuantas calles del hotel.