Después de estudiar Ecología Profunda en Schumacher College de Reino Unido, el abogado Bernardo Greenham creó Basura Cero, un proyecto que ayuda a los macrogeneradores de residuos a tomar responsabilidad sobre los desperdicios que generan. Estas acciones funcionan como un canal de comunicación para generar conciencia social.
Desde hace ocho años, Basura Cero recicla la basura para crear mobiliario y productos de escuela con materiales 100% reciclados, los cuales se reinsertan a la cadena de consumo. Su función es recolectar residuos directamente de la gente, el gobierno y las industrias para reciclarlos con métodos tradicionales: se muelen, se lavan y se trasforman en materia prima para otras industrias.
Basura Cero comprende el problema de los desechos como un ciclo de vida roto. Funcionan con la filosofía de que en la naturaleza no existen desperdicios. Esta organización es como un sistema digestivo de todos los materiales que la tierra no puede procesar, para convertirlos en artículos reusables como bancas para parques hechas de botellas de agua o libretas hechas con hojas de sustrato de tetrapack. “Pensamos que para solucionar el problema de la basura se requiere de un cambio en nuestros hábitos y patrones de consumo. No se resuelve con tecnología o legislaciones sino con relación y pertenencia al medio ambiente. Cuando las personas adquieren un mayor nivel de conciencia al comprar, elijen productos locales que no requieren de tantos empaques”, comenta Bernardo Greenham.
Cabe resaltar que Basura Cero se especializa en residuos de difícil descomposición, todos aquellos que no le interesan al reciclaje común como los tubos de pasta de dientes, los empaques multicapa con aleaciones de metales y plásticos y todos los empaques de comida chatarra.
El proyecto cuenta con varios centros de acopio, uno de ellos se encuentra en Huerto Roma Verde (Jalapa s/n, Roma) y pronto tendrán en todo el país.