Emilia Flores, psicóloga de la UNAM, nos cuenta cómo el ayudar mejora nuestra salud
Foto: Cortesía Emilia Flores
Foto: Cortesía Emilia Flores

Ayuda y Salud: ¿Cómo ayudar afecta nuestro cuerpo?

Emilia Flores, psicóloga egresada de la UNAM, nos cuenta sobre los efectos de ayudar en el cerebro y cuerpo

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Las ganas de ayudar a los otros sin importar quién sea o qué haga, son una cualidad que nos ha acompañado como seres humanos a lo largo de la historia evolutiva, una cualidad muy presente en nuestra vida social, que nos da satisfacciones y afecta nuestros cuerpos de diversas maneras.

A esto se le llama altruismo, una cualidad que poseen aquellos que se centran en algo más allá de sí mismos, una consideración desinteresada, o devoción por el bienestar de los demás, una acción que se realiza con la intención de ayudar al otro.

Sin embargo, nos surge la duda ¿De dónde viene ese impulso que nos da por querer ayudar a otros? Efectivamente, viene del cerebro, son varias las áreas que se ven involucradas cuando hablamos de ser altruistas. En primer lugar, las estructuras implicadas en la red de mentalización se encargan de considerar las emociones y pensamientos de los demás, es decir,
a empatizar con los otros. Después, dentro del circuito de recompensa, la corteza del cíngulo anterior anticipa las recompensas asociadas a las conductas altruistas.

Posteriormente, el cuerpo estriado, el núcleo accumbens y el área tegmental ventral se ocupan de la producción y liberación de dopamina y es aquí justamente cuando se genera esa sensación de placer que nos hace sentirnos bien con nosotros mismos después de haber ayudado.

No hay duda, existe un efecto positivo en nuestro bienestar cuando hacemos la buena acción del día, pero es importante saber que si esta motivación, o instinto, no se promueve en edades tempranas, o si es castigada, podríamos esperar que desaparezca.

Ya que parece estar en nuestro diseño el ayudar al otro: al amigo, al vecino, al compañero o al desconocido, la próxima vez que tengamos la oportunidad de ayudar a alguien desinteresadamente, no hay que dejarla pasar, pues nos va a hacer más bien del que nos
 maginamos y, ¿a quién no le gusta sentirse bien?

Por Emilia Flores

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