5 lugares para sentirte cómoda contigo misma

Bien dice la canción popular “La Bruja”: qué bonito es volar a las dos de la mañana. ¿Y saben qué también lo es? Salir del bar a esa hora.

Brujas puede visitarse bajo cualquier modalidad: en solitario, con pareja o con el aquelarre, aunque desde la barra tienes mejor vista de las manos maestras: cuatro barmaids que alternaron el caldero por maceradores y shakers. Liderado por Gabriela Lozada (Hanky Panky, Pujol) y remarcado con Karen Paz, Ingrid Aparicio y Carmen Uribe, este grupo trabaja coctelería contemporánea y de autor bajo la inspiración de los años 30 y 40.

La Mera Obrera es un lugar con propuestas gastronómicas, de arte y entretenimiento cuya coordinación está bajo cargo de mujeres y que se denota de pies a cabeza: la onda decorativa inicia desde las frases de empoderamiento en el piso hasta los murales intervenidos por artistas callejeros (están los rostros de figuras como Selena, Salma Hayek, Paquita la del Barrio y Frida Kahlo).

Este espacio está dedicado a las flores, pero no las venden, sino que ofrecen tranquilidad y la invitación a cuidar de tus emociones y tu ser a través de las flores. El concepto de este centro de desarrollo de conciencia y bienestar está inspirado en la sanación ancestral a través de la medicina florar y de la idea de que la esencia de cada flor nos brinda una cualidad que apoya nuestro desarrollo.

Cocinar es sinónimo de relajación y el momento de la sobremesa lo refuerza; creas un ambiente relajado para conversar y compartir una copa de vino o un café con las personas que eliges.

En una vieja casona de la Roma, este proyecto llamado Cocina Sobremesa creado por Lucía Benítez y Micaela Miguel de Casa Virginia, busca reunir a los genios de las mejores cocinas de la CDMX para que compartan en grupo su sapiencia.

Lemon Beauty Lab nació hace un par de años como un spa de uñas, pero poco a poco se convirtió en uno de los lugares más concurridos en la Roma para consentirte de pies a cabeza. 

El espacio por sí mismo te enamora: decoración relajada, sillones cómodos, muchas plantitas y letreros neón con mensajes como “hola, bonita” y “oh, la la!”. Al entrar se respira pura buena vibra; no importa si es tu primera vez o si ya eres cliente frecuente, las chicas te dan la bienvenida con un chai latte, un carajillo o una mimosa de cortesía.