Qué hacer en Coyoacán 2021
Time Out México, varios autoresQué hacer en Coyoacán 2021
Time Out México, varios autores

19 lugares para comer, salir y ver en Coyoacán

Cine, arte, museos, comida y café para pasar un día único

Mauricio Nava
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Coyoacán es uno de los Barrios Mágicos más queridos —y visitados— en la Ciudad de México. Seleccionamos las 19 actividades culturales, gastronómicas y artísticas que no te puedes perder este 2021. Si te preguntas qué hacer en Coyoacán, acá tienes la respuesta.  

19 lugares imperdibles en Coyoacán

  • Museos y centros culturales
  • Historia
  • Del Carmen
Museo Frida Kahlo. Casa Azul
Museo Frida Kahlo. Casa Azul

Lo que hace particular a este museo ubicado en Coyoacán, es que fue la casa donde nació, vivió y murió Frida Kahlo. Cuando uno entra a la Casa Azul, se transporta inmediatamente al universo de Frida y dentro de él no sólo se encuentran algunas de sus más famosas obras como Viva la Vida y Frida y su cesárea, sino que también hay diarios, vestidos, espejos y hasta su cama. De hecho, en la que fue su habitación se encuentran sus cenizas.

Esta casa es historia en sí misma. No solo porque aquí creció la pintora mexicana, la Casa Azul se convirtió en el centro de reunión de la vida bohemia de la Ciudad de México de las décadas de los treinta y cuarenta. Aquí también vivió Diego Rivera. Incluso él permaneció en la casa después de su divorcio de Frida, en un cuarto independiente que ahora funciona como espacio para presentar parte de la colección prehispánica del muralista y pintor.

En vida, Diego Rivera le pidió a Dolores Olmedo que cuando ambos murieran convirtiera la casa en museo, dejando todo abierto al público con excepción de un baño, el cual podrían abrir 15 años después de su deceso. Esos años se convirtieron en 50 y al abrir dicho espacio incógnito del Museo Frida Kahlo. Casa Azul, se descubrieron miles de documentos, fotos, vestidos, libros y juguetes. Fue necesario acondicionar el inmueble de al lado del museo para poder exhibir todos estos nuevos objetos encontrados en la casa.

Como es de esperarse, al entrar a Casa Azul uno descubre decenas de obras de arte creadas por Frida Kahlo. Entre las más destacadas: Viva la vida (1954), un óleo con sandías como protagonistas; un retrato de su padre, Guillermo Kahlo (1952), y Frida y la Cesárea, una pintura inconclusa de 1931.

Pero no solo tienes oportunidad de conocer arte mexicano. Perderte entre las habitaciones de la casa de Frida Kahlo, es también encontrarte con objetos que fueron parte del día a día de esta referencia del arte mexicano. Por ejemplo, te sentirás como en un viaje en el tiempo cuando veas en vivo uno de los caballetes que utilizó la artista y o los óleos y pinturas pastel que hay en su estudio. Aunque seguramente tu emoción será mayor al ingresar a su habitación y notes que no era mito: la cama de Frida sí tiene un espejo en la parte superior.

Asimismo, podrás visitar algunas exposiciones que llegaron al Museo Frida Kahlo para quedarse. Es el caso de Las apariencias engañan: los vestidos de Frida Kahlo; curada por Circe Henestrosa Conoan, se trata de la primera exposición montada a partir del guardarropa de la exhabitante de esta casa.

El museo ofrece visitas guiadas dramatizadas tanto diurnas como nocturnas, estas últimas amenizadas con jazz. Se recomienda comprar los boletos para estas visitas con anticipo, ya que vuelan. Para un recorrido habitual, te sugerimos comprar tus entradas para el Museo Frida Kahlo en su página de Internet, así evitas formarte en la taquilla —créenos, es larguísima.

Por su valor histórico y artístico, el Museo Frida Kahlo es uno de los emblemas de Coyoacán, al sur de la Ciudad de México. Pero también de la CDMX entera: junto con el MUNAL, el Museo Nacional de Antropología, el MUAC, el Museo Tamayo y el Museo de Arte Popular, es de los museos que debes visitar al menos una vez en la vida.

Fridabús
Existe un servicio de transporte entre el Museo Frida Kahlo y el Museo Diego Rivera Anahuacalli, otro edificio dedicado al arte que te permitirá conocer más acerca de la vida y obra de Diego Rivera y Frida Kahlo. Este tour tiene un costo de $130 y $65 para niños menores de 12 años. Incluye la entrada a ambos espacios.

Sobre las entradas
Considera que este museo de Coyoacán no tiene las mismas dinámicas que otros centros culturales de la Ciudad de México, que ofrecen entrada libre los domingos. Sin embargo, los niños menores de seis años tienen entrada gratuita a la casa de Frida Kahlo en cualquier horario; mientras que estudiantes, profesores, niños y adultos mayores pueden entrar con un precio especial. Actualmente, el costo del boleto es de $270 para extranjeros y $130 para nacionales los fines de semana; de lunes a viernes entrar a la Casa Azul es un poco más accesible, los precios están en $250 y $210.

2. Tranvía de Coyoacán

Un recorrido único por las calles emblemáticas, lugares de interés y sitios históricos. La temática cambia según la época del año. Por ejemplo, hay recorridos por las haciendas y casas de famosas estrellas del cine nacional, paseo de leyendas y callejoneada o el clásico tour por el barrio. 

Dónde: Jardín Plaza Hidalgo, Del Carmen. Lun a jue de 10:30am a 11pm, vier a dom de 10:30am a 12 am. $80 adultos y niños $60 

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3. Los Secretos de Tutankamón

  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Una muestra que exhibe los secretos del faraón más popular de Egipto. Recorrido pequeño, pero con ambientación (sonido e imágenes) para hacerte sentir en el mood egipcio. Replicas de joyas, féretros y otros objetos de este maravilloso imperio.

Recorrido interesante para los más pequeños, que los padres también disfrutan, dentro del recinto menos esperado para verlo en el corazón de Coyoacán. 

  • Cine
  • Xoco

La Cineteca Nacional de México guarda historia en todo sentido, empezando por su programación. Su cartelera incluye las tradicionales Muestra Internacional de Cine y el Foro Internacional; además de decenas de festivales y programas especiales que alberga cada año, como la Semana de Cine Alemán, el festival de cine de horror Macabro y los documentales de DocsMX (el Festival Internacional de Cine de la Ciudad de México), por mencionar algunos ejemplos. 

Además de su amplia y muy buen curada selección de películas, la Cineteca Nacional es toda una caja de anécdotas que vale la pena mencionar. Desde su apertura, en 1974, con la proyección de El compadre Mendoza (1933), de Fernando de Fuentes. Después, el trágico incendio de 1982, que terminó con más de seis mil negativos y sus instalaciones de ese entonces, en los Estudios Churubusco, a un costado del Centro Nacional de las Artes. Le siguió su reinstalación en la colonia Xoco (1984), muy cerca de Coyoacán, sobre la avenida México Coyoacán —también puedes entrar por la calle de Mayorazgo.

El momento histórico más reciente de la cineteca, fue la remodelación que vivió como parte de los festejos del Centenario de la Independencia de México.

La "manita de gato" de la Cineteca Nacional incluyó la rehabilitación de las salas viejas –con todo y su icónica "explanada del cubo"— y la construcción de nuevos espacios de exhibición. Incluso el viejo estacionamiento tuvo una gran evolución: dio oportunidad a cuatro salas de cine más y al Foro al aire libre Gabriel Figueroa. Esto sin considerar librerías y cafeterías.

Las cuatro salas de cine a las que se agregaron a la cineteca con la remodelación son: Sala 7 Alejandro Galindo, Sala 8 Ismael Rodríguez, Sala 9 Juan Bustillo Oro y Sala 10 Emilio Fernández. Ver películas ahí es un verdadero deleite, pues están muy bien equipadas. 

Pero en la cineteca no solo hay espacio para disfrutar de películas hechas en México o en otros países, que difícilmente verías en Cinépolis. Además cuenta con una galería abierta —colocada en las rejas de su exterior— y una cerrada. Esta última se llama La Galería y se inauguró en 2018. Desde entonces ha albergado a exposiciones sobre cineastas que son toda una referencia, como Stanley Kubrick, Alfred Hitchcock y Luis Buñuel; también de casas productoras como Gaumont y Disney/Pixar. 

Cabe destacar que a partir de la rehabilitación, la Cineteca Nacional incrementó su aforo.  Ejemplo de esto es que, en 2014, recibieron un millón 90 mil 401 visitantes. Este número fue histórico en su momento y prácticamente cada año rompe un nuevo récord de visitantes. 

Y es que, gracias a la habilitación de nuevos espacios, no solo vamos a la Cineteca Nacional a ver películas de ficción y documental. La posibilidad de recorrer una exposición, que de alguna u otra forma se vincula al cine, es un gran pretexto para visitarla. Si a esto le sumamos que además nos invita a pasar un rato agradable en restaurantes como La Chicha o cafeterías como 8 1/2 (en honor a Fellini, claro está), la cineteca se ha convertido en un paraíso para los amantes del cine mexicano y de cualquier otra latitud.

Este aire de modernismo, obra del “stararquitect” mexicano Michel Rojkind, y la aplicación de nuevos recursos tecnológicos hacen de la Cineteca Nacional el recinto cinematográfico más vanguardista y completo de México y también de toda Latinoamérica. Así que en tu siguiente visita a Coyoacán, date una vuelta por este hito mexicano.

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  • Mexicana
  • Zona Metropolitana
  • precio 3 de 4
Los Danzantes
Los Danzantes

Se definen a sí mismos como creadores de la comida mexicana contemporánea: un autonombramiento que conlleva una gran responsabilidad y que, por lo tanto, los sitúa en un muy alto nivel de exigencia gastronómica.

Su local, en el corazón de Coyoacán, fue quizá de los primeros en ofrecer mezcales como primera opción de bebida, cuando decidieron hacer su etiqueta del destilado de agave de Santiago Matatlán, Oaxaca. También han impulsado a los productores nacionales de vino.

Recomendamos que pruebes la entrada de hoja santa con queso de cabra y los ya históricos ravioles rellenos de huitlacoche: una mezcla que quizá ahora puede resultar común, pero que en su momento se trató de una audacia que marida a la perfección el sabor suave de la pasta con los tonos terrosos del hongo negro. Si tu apetito es más temperamental, pide el filete de res con aceite de guajillo, queso asadero y chile pasado acompañado con pasta de frijol, que debe ir  junto con una copa de vino rojo. Pide al mesero te oriente cuál es la botella más acorde a tu presupuesto.

Si puedes elegir entre comer dentro o fuera del lugar, te recomendamos el exterior, con vista a la fuente de los coyotes. No cuentan con valet parking ni estacionamiento propio, aunque tienen un convenio con uno a cuatro cuadras en donde podrás guardar tu vehículo.

Al final, sin embargo, es una experiencia que parece haberse congelado en los noventa a beneficio de los turistas que visitan Coyoacán y ya sería hora de una renovación de su fórmula para beneficio de la gastronomía mexicana.

  • Arte
  • Del Carmen
  • precio 1 de 4

Este museo es un esfuerzo por preservar y difundir las distintas manifestaciones de las diferentes culturas que tiene nuestro país. El museo te recibe con un grafitti ejemplificando a los “tejedores de sueños”, más adelante encuentras la única pieza permanente del museo: un árbol de la vida (como ésos que puedes comprar en el mercado de Valle de Bravo) de cinco metros y que representa el mestizaje de nuestro país.

Las manifestaciones culturales no se quedan en cuadros y objetos, ya que hay conciertos de música mixteca, bailes purépechas y recitales en náhuatl por decir algunos. El hecho de no tener exposición permanente hace de este museo una experiencia distinta cada vez que lo visitas.

Se han expuesto cuadros y objetos huicholes, el arte textil de los indígenas amuzgos (quienes tejen en telar y hacen huipiles, rebozos, etcétera), una exposición sobre el maíz y su importancia en nuestra cultura y pintura sobre amate. Este museo no deja atrás otra de nuestras herencias culturales más importantes: la comida, dependiendo de la exposición que te toque puedes aprender desde la receta para crema de huitlacoche hasta cómo tostar chapulines. Si te late mucho la cultura popular tienes que preguntar sobre los distintos talleres que ofrecen.

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  • Cafés
  • La Concepción
  • precio 1 de 4

¿Qué mejor símbolo para el Centro de Coyoacán que una ardilla? El Café Avellaneda se adueña de este ícono y lo refleja en sus paredes azul turquesa, al estilo clásico antiguo de la región.

Inspirado en el personaje Laura Avellaneda del libro La tregua, de Mario Benedetti, este pequeño y escondido lugar, definitivamente es un must al visitar la zona. Cinco bancos junto a la barra, dos mesas dobles y una banca a la entrada, ofrecen un espacio cómodo y tranquilo para tomar un café hecho a tu medida en compañía de los baristas y uno que otro cliente frecuente.

A diferencia de otros locales, el Café Avellaneda no ofrece un menú; sino una especie de ficha técnica donde podrás consultar la historia del local –directo desde la Feria de la Piñata en Acolman, Estado de México–, las propiedades de un producto de excelencia y los distintos métodos de extracción y producción del café que vas a consumir.

Elige, con ayuda del barista, entre el grano traído de Oaxaca, Chiapas o Veracruz y solicita en la “Barra de Métodos” que preparen tu café ya sea con el ripper, aeropress, la prensa francesa, un clásico expreso o la famosaiInfusión en frío, cuya preparación tarda al menos un día completo.

Pero eso no es todo, para tener el mejor café hay que tener a los mejores recolectores. El producto que puedes consumir en Café Avellaneda se obtiene por medio de proyectos de sustentabilidad y apoyo económico a los campesinos que lo cosechan. 

Café Avellaneda es delicioso, responsable y a tu medida.

  • Pastelerías y reposterías
  • San Ángel
  • precio 2 de 4
Mercado del Carmen
Mercado del Carmen

Un proyecto para darle un punch gastronómico al sur. No lo diseñó el despacho de Rojkind, pero no hace falta. Mercado del Carmen está a unos pasos de la Plaza San Jacinto, en San Ángel, dentro de una casa colonial remodelada.

El lugar cuenta con dos pisos y alrededor de 25 locales. Entre ellos están Milk Bar, con galletas veganas, malteadas y sándwiches de helado (te recomendamos la de snickerdoodle o la de limón amarillo y queso ricotta); Kaypachá, de productos orgánicos; La Marquesería, donde venden el postre típico yucateco; La Papería, con varios tipos de papas y toppings; Moira’s Bakehouse, con tea cakes y scones; y Tomás Casa Editora de Té.

Otros puestos presentes son Tout Chocolat, La Charcutería, Semillas y Fonda Garufa. Pero no todo es comer. Además de los locales culinarios, Mercado del Carmen también cuenta con proyectos como la Galería Chopin, una tienda de ropa llamada Stackpole y artesanías chiapanecas por parte de Min. Álvarez.

Propuestas en lugares distintos a lo usual se aplauden. Aunque la inauguración será a finales de agosto, ahorita ya hay varios puestos funcionando. ¿El broche de oro que esperamos pongan pronto? Un lugar para sentarse, convivir y comer todas las delicias que ofrece el mercado.

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  • Museos y centros culturales
  • Zona Metropolitana
Museo Diego Rivera Anahuacalli
Museo Diego Rivera Anahuacalli

No, no has entrado en la dimensión desconocida, simplemente entraste a la dimensión del capricho de Diego Rivera (1886-1957), el famoso muralista mexicano, quien construyó esta maravillosa anomalía arquitectónica inspirada en lo prehispánico –pero así, en lo general: cualquier maya o azteca que mirara este edificio le parecería tan maya o azteca como Disneylandia–.

Construida en su totalidad de piedra volcánica, tiene las ventanas cubiertas de alabastro y más recovecos y escalinatas en su interior que el templo a una diabólica deidad mesoamericana en una película de El Santo. Por todo lo anterior, es un magnífico paseo. Incluso por el hecho de que a pesar de estar rodeado de ciudad por todas partes, se encuentra prácticamente lejos de todo y llegar ahí ya es en sí mismo una odisea.

Diseñado por el propio Rivera con alguna asesoría del gran arquitecto Frank Lloyd Wright, el edificio fue terminado de construir los años posteriores a la muerte del pintor e inaugurado en 1964. El Anahuacalli (que en náhuatl significa casa del Anáhuac, que a su vez significa: cerca del agua) contiene piezas precolombinas de la colección del propio pintor (compuesta por más de 50 mil piezas), así como obra y bocetos del artista.

En su explanada se presentan espectáculos y performance y en la sala aledaña suele haber conciertos de cámara, así como exposiciones. La vista del sur de la ciudad desde su terraza es magnífica.

Fridabús
Tienen un servicio de transporte entre este recinto y el Museo Frida Kahlo Casa Azul con un costo de $100. Incluye la entrada a ambos espacios.

  • Mexicana
  • Zona Metropolitana
  • precio 1 de 4
La Casa de los Tacos
La Casa de los Tacos

La cocina mexicana se la toman muy en serio en esta taquería de Coyoacán, el olor a parrilla y a tortillas comaleadas te llenan de inmediato la nariz.

Puedes probar unas calabacitas rellenas de chile poblano en una salsa de pulque o unos tacos de chorizo verde de sabor artesanal. Pero, una de sus especialidades son los gusanos de maguey y los chapulines, aquí los saben preparar así que no puedes dejar de probarlos.

Están los chinicuiles, que son los gusanos de maguey rojos, o los meocuiles, que son blancos. Los acompañan con un guacamole fresco, totopos y unas tortillas recién hechas.

Pregunta si tienen jabalí o venado, pues también son otras de las especialidades de esta cocina típica mexicana. 

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  • Qué hacer
  • Del Carmen
Viveros de Coyoacán
Viveros de Coyoacán

Aún existen lugares para escaparte y relajarte un poco de la ciudad, los Viveros de Coyoacán son un espacio que cuida y promueve la vida forestal. Tienen como objetivo germinar semillas que permiten el crecimiento de árboles, que se colocan después en banquetas, camellones o terrenos que necesitan reforestarse dentro de la CDMX.

Este sitio es ideal para conocer más sobre los secretos forestales. Cada zona cuenta con ilustraciones que te explican la función y razón de la misma. Tus pequeños seguro amarán y aprenderán mucho a través de los dibujos. Uno de los espacios más relevantes es el circuito para correr, también disfruta del área de producción, un auditorio al aire libre y la exposición de árboles intervenida por diferentes artistas.

Para ingresar a este sitio existen cuatro entradas. La primera y la segunda son las más cercanas al metro, mientras que las otras dos te llevan al centro de Coyoacán. Al entrar notarás un mapa gigante en el que verás que los viveros están delimitados por sus propias calles (como una mini ciudad). Esto fue pensado para que no te pierdas ante sus 38.9 hectáreas.

Las especies de árboles con las que más te toparás son el ahuehuete, liquidámbar, encino, fresno y pino. Este lugar es familiar y gratuito. Es ideal para correr y para tomar fotos, aunque las ardillas pueden ser las protagonitas. Te recomendamos que vayas lo más cómodo posible para recorrerlo completo.

Antes de irte, ve a la puerta cuatro y sal por tu lado izquierdo para conocer la exposición permanente de flores y plantas, ahí encontrarás plantas para interiores o exteriores que seguro querrás llevarte para decorar tu hogar. También hay una pequeña zona de comida, un área de juegos y aparatos para hacer ejercicio. Sin duda debes visitar este bello parque de Coyoacán.

  • Zona Metropolitana
  • precio 2 de 4
Mercado Roma Coyoacán
Mercado Roma Coyoacán

El concepto de Mercado Roma llega a Coyoacán y trae consigo 42 locales llenos de buena vibra, buena comida y mucha energía. Algunos restaurantes son los mismos que están en la Roma, pero con un giro en concepto y te puedes encontrar literalmente de todo.

Aunque sea la misma onda, el lugar es totalmente diferente, es más espacioso, con más luz y con algo para todos los gustos. Es un mercado que satisface los paladares más exigentes y complace a todo aquel con hambre y antojo. Venir a comer, beber y convivir te genera una experiencia porque se nota que los locatarios se llevan bien entre sí, puedes estar en contacto directo con los chefs y dueños y hacer nuevos amigos.

Las mejores ofertas de esta sucursal al sur son:

Café y té
Rosa Café es un café con métodos de extracción de especialidad y chocolate de Oaxaca, te recomiendo el frappé de chocolate blanco. En Kanayma ellos cultivan sus ensaladas, fabrican jamones y chorizos como el de conejo, y cuidan todo el proceso de los animales en una granja. La Botica del Té, en donde te ofrecen una infusión según tu signo zodiacal o la carta de tarot que saques. Cafexología se trata de coctelería con café y té, surge de un matrimonio y amor por las plantas. Tienen tea tonics, cold brew y su clásico alabado por todos, el carajillo de mazapán que no es para nada dulce, y mi favorito, el terejillo de matcha, querrás más con cada sorbo. También cuentan con galletas de La Galletería y donas con sabores únicos. 

Alimentos y bebidas
Tetakawi, son tacos de Sinaloa y Baja California. Las tortillas son hechas a mano y tienen mi nuevo favorito: tacos de barbacoa de pulpo, la salsa es especial, aunque no sabe a barbacoa como tal, es muy rica, el pulpo está bien cocinado, suave y los trozos de zanahoria le dan el toque crocante. En Xanabá está la cocina yucateca, su menú es muy sencillo y de muy pocos elementos, mi recomendación son los panuchos que hacen a mano. Kua 32, cuyo  nombre viene del náhuatl y significa comer, el número representa las 32 entidades de la República Mexicana y lo hacen con tacos típicos pero remasterizados. Por ejemplo, las carnitas estilo Michoacán las hacen con pato, pero el mejor fue el de Pork Belly doradito con puré de papa. La comida marroquí está en Cus con especias, vegetales y mucho cuscús, prueba sus aguas de sabor sin azúcar.

Entre Risa y Risa es una pulquería y antojería que rescata el sabor y tradición de los pulques del Estado de México, pero sin la textura babosa que no a muchos les gusta. Probé uno de perejil y fue muy refrescante. Los sabores los cambian cada cinco días. Ve con Doña Lucy si amas Oaxaca, este es tu nuevo must porque todo lo hacen al momento, desde enmoladas y enfrijoladas, hasta tlayudas con tasajo. Venden mole y mezcal por si prefieres cocinar en casa. El mole es tradicional, dulce y picoso a la vez con un sabor ligero a chocolate. Caseus Mac & Lasagna es la casa de la comida italiana y los mac & cheese son tan cremosos como los que caseros, querrás comerte todo el menú.

El contento que genera lo nuevo en mercados gastronómicos es amplio, porque abarcan el sabor con el paladar, la arquitectura con los ojos y el espíritu con la satisfacción .

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  • Torterías
  • Del Carmen
  • precio 2 de 4

Entre los restaurantes destinados al perenne encanto turístico de Coyoacán, este lugar ha sido una autoridad en materia de tortas de raigambre española desde 1988.

Cómo se agradece cuando, apenas te sientas, el mesero –que domina cada ingrediente de una carta dividida en tortas, tapas, platos fuertes y lo nuevo– te ofrece una sopa minestrone de cortesía. Ya en otra ocasión había tenido la oportunidad de comprobar que la reputación de las tortas (la de calamares con chimichurri y la de morcilla con longaniza blanca son infalibles) y su relación precio-calidad adecuada.

Por ello, esta vez confío en la recomendación del chef José Miguel García y arranco con el tártar de atún fresco al ajillo, un plato intensificado por la sal de grano y los trocitos de aguacate. A mi izquierda hay un congelador que presume una respetable cantidad de cerveza artesanal e importada, selección que pone a La Barraca como un verdadero lugar de propuesta. Prueba también su paella tradicional. 

Un poco después de las dos de la tarde, las 12 mesas del pequeño y acogedor espacio ya están ocupadas, pero el servicio permanece ágil y amable. Entre calimochos, tapas y calamares a la romana, el bullicio propio de Coyoacán se olvida por un momento. Además del menú fijo, cada semana cambian los platillos especiales, lo que implica que además de róbalo, pechuga de pollo a la plancha, chamorro de ternera y cochinito cocinado, los platos fuertes pueden sumar hasta diez, algo notable para un restaurante tan pequeño. Difícil decidir entre la brancada de bacalao ali oli, las láminas de wagyu crudas y los mejillones al vino blanco. Finalmente, el clima caluroso sugiere la tercera opción: una dotación muy generosa de mejillones que hizo imposible llegar al postre.

  • Zona Metropolitana
  • precio 3 de 4
Corazón de Maguey
Corazón de Maguey

El lugar presenta dos cartas: una de alimentos y otra de mezcales artesanales campesinos, con una variedad de más de 50, entre los que se encuentran el Monte Albán (mezcla con hierbabuena, limón y chía), el Mantis (mezcla con kiwi, limón y licor de melón) y se recomienda el vuelo mezcalero que refiere a una degustación de 4 tipos de mezcal a elegir.

Además de mezcales, manejan pulques, cervezas artesanales y algunas bebidas de la casa como la “Mentada de corazón” (manzanilla, curazao, mezcal y menta). Las bebidas del lugar son particulares, pero los alimentos son el complemento estrella del restaurante.

La mexicanísima oferta se encuentran los tacos de Jamaica, el Atapacua verde (molde verde purépecha espesado con masa y costillas), tlayudas, crema de nata, sopa de tortilla, fideo seco, huazontles en pasilla, trucha salmoneada, pero en especial se recomiendan las pezcadillas de cazón para empezar, como plato fuerte la lengua de res en pipián verde y como postre la tarta de papaya con helado de chile y nata que surgió del festival gastronómico ofertado por el lugar hace un par de años y se volvió un favorito de los comensales, razón por la cual ya es un integrante del menú.

No dejen de probar su agua de pepino con limón, cada platillo viene decorado de manera cautelosa sobre su vajilla azulada, así como cada sabor fue diseñado por el chef del lugar Alejandro Piñón Salgado. El lugar cuida cada detalle en los alimentos como en la locación, además de tener “conciencia verde” y utiliza papel en lugar de plásticos como es el caso de sus popotes. Cabe destacar que actualizan su menú y presentan selecciones de alimentos especiales para ferias y festivales en sus instalaciones.

El servicio es atento y amable mientras uno aguarda por sus alimentos, puede comer un poco de pan acompañado de la salsa especial de la casa de chile habanero tostado.

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  • Museos y centros culturales
  • Historia
  • Del Carmen

Este lugar exhibe la historia de León Trotsky y su esposa Natalia Sedova, cuando eran perseguidos por el régimen estalinista. Encontrarás cartas dirigidas al presidente Lázaro Cárdenas, vajillas compradas en mercados de la época y hasta una grabadora de rodillos de cera que usaba el revolucionario ruso.

Al ser rechazados en Turquía, Francia y Noruega, el matrimonio recibe apoyo de Diego Rivera y Octavio Fernández. Se establecen en la Casa Azul, pero por problemas amorosos entre Frida Kahlo y Trotsky, él decide mudarse a una residencia que compró con las donaciones del Partido Socialista de los Trabajadores de Estados Unidos. En 1990 se conviertiría en este museo.

En la primera sala encontrarás fotografías de la muerte de Trotsky, el cortejo fúnebre por las calles de la ciudad e incluso una imagen del cuerpo después de su muerte. En el traspatio notarás muros altos, los mandó a construir Trotsky para protegerse, sin éxito, de posibles ataques. También puedes visitar el gallinero, donde el político criaba a sus conejos; y la cochera, donde están los documentos políticos.

Además, podrás recorrer la cocina y la oficina donde la pareja y sus colaboradores trabajaban.

Tras la muerte de Trotsky, a manos de un infiltrado, el presidente Lázaro Cárdenas compró el inmueble y le permitió a Natalia permanecer el tiempo que quisiera. Ella murió en Francia en 1962. 

Las cenizas de Leon Trotsky permanecen en el jardín.

  • Museos y centros culturales
  • Santa Catarina
Centro de Artes Vivas
Centro de Artes Vivas

Coyoacán es de nuestros lugares favoritos para pasear y salir con amigos. Ahora, el recién inaugurado Centro de Artes Vivas nos da una nueva excusa para ir más seguido. Un espacio para todas las edades donde puedes asistir a conciertos, galerías de arte vanguardista, talleres, obras de teatro, actividades deportivas y otros eventos.

El recinto tiene dos entradas, la principal te conduce al inmueble que alberga exposiciones en su primer piso, mientras que en planta baja hay aulas para talleres y laboratorios. También hay un área verde donde te puedes recostar en el pasto, sentarte en bancas de concreto o quedarte en el último escalón de lo que parece un foro al aire libre para disfrutar la vista del lugar.

La otra entrada lleva al estacionamiento y a la sala de conciertos. Una de las ventajas del Centro de Artes Vivas es que si te da hambre no debes trasladarte a otra parte, dentro de él se encuentra Frida restaurante. El color rosa y las letras neón del restaurante resaltan con el gris de la construcción, debes ingresar a él para acceder a la biblioteca.

Los vitrales son coloridos con efecto tornasol y las aves cantan desde los árboles. Al tener un ambiente silencioso y relajado puedes refugiarte en este espacio para aislarte de los ruidos de la ciudad o para leer un libro, sin dejar de lado las actividades culturales y deportivas que ofrece constantemente.

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  • Italiana
  • La Concepción
  • precio 3 de 4
La Posta
La Posta

Es de esperar que los sabores que ofrece un restaurante prometan instalar memorias positivas en los sentidos de un comensal. Lo que se vuelve un reto es lograr que el público desee seguir averiguando, a través de la carta, nuevos sabores y promesas. Esto es algo que La Posta ha logrado conmigo.

Esta sucursal solía ser una casona del siglo XIX, por lo que la adaptación para lograr un lugar acogedor no fue un reto magno, aunque reconozco el ingenio de la distribución de sus elementos y la inserción de la cocina y del esencial horno de piedra.

Aún con la decoración al interior con detalles italianos, yo recomendaría elegir una mesa en la sección de afuera, justamente por ubicarse en el barrio de Coyoacán. Adentro o afuera, el equipo culinario de La Posta logra enfocar la atención del comensal en sus sabores y montajes.

En cuanto a los alimentos, te recomiendo que compartas con algún acompañante para que puedas probar de todo. La carta de ensaladas ofrece once opciones. En caso de querer probar algo diferente a la rica, aunque típica capresse, te recomiendo la de palmitos con almendras caramelizadas.

Prueba al menos una de sus cinco sopas, yo me voy por la de formaggio con pomodoro (queso con jitomate), aunque, cada una de las sopas tiene el toque que una típica abuela italiana nos daría.

Ahora sí, los platos fuertes. Las pastas, las pizzas y los risottos son una obligación en cada visita. Obvio, si disfrutas de la carne, una bistecca sería un elemento importante en tu mesa. (No te voy a mentir, cuatro de cada cinco veces que voy, ordeno el risotto alla milanese.)

La elección de las pizzas puede tomar un tiempo, la gama es grande, pero, siendo sinceros, no hay manera de tomar una mala decisión.

Te recomiendo especificar el término de la carne o pescado que pidas, aunque el chef Simone Dana sabe muy bien cómo manejar sus productos.  

La carta de vinos considera gustos mexicanos, españoles, argentinos y chilenos; tintos, blancos y rosados. Inclusive, en su página puedes consultar las notas que cada uno otorga y con qué platillo maridan bien.  

Sería un pecado irse sin comer algo dulce. No dejes de probar los profiteroles, uno de los postres predilectos de muchos italianos. También sugiero el fondant de chocolate, a diferencia del no tan apantallante pastel de tres leches.

18. Jardín del Arte

Los domingos los pasillos de este jardín se llenan de color con los cuadros, artesanías y pinturas de los artistas que se dan cita para ofrecer su trabajo. Puedes conseguir una réplica de "Las dos Fridas" o "La noche estrellada" en varios formatos y tamaños. 

Recomendamos llevar zapatos cómodos y tener lista la cartera para llevarte tu obra de arte.

Dónde: Allende entre calle Malitzin y Xicoténcatl frente al Mercado 89. 10am a 6pm.

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  • Mediterránea
  • Del Carmen
  • precio 1 de 4
La Santa Gula
La Santa Gula

Cerca del corazón de Coyoacán hay un pequeño lugar de comida mediterránea; específicamente de Malta, un país ubicado al sur de Italia.

La Santa Gula no sólo es el nombre de este acogedor restaurante, es la advertencia de una carta que ofrece satisfacción más allá del antojo. Antes de venir debes tener dos cosas en cuenta: 1) Tu hambre y tu estómago deben estar listos; 2) Es quincena o rompiste el cochinito porque vas a querer pedir todo el menú.

En la entrada hay un mini huerto hidropónico de lechugas, mismas que utilizan para preparar algunos de los alimentos, un aroma a pan recién horneado sale de una vitrina con los diferentes panes de la casa y al fondo hay una barra con productos de la casa. Si atraviesas la cocina llegas a la parte de atrás de la casa y te puedes sentar en una banca de madera hecha para compartir; está decorada con plantas y tiene todo el look natural.

El menú está divido en seis secciones. Comenzamos con las recetas maltesas de la mamá Pat (madre del propietario), son platillos totalmente tradicionales. Prueba las empanadas qassatat, puedes pedirlas de queso ricotta, champiñón con espinaca, anchoas con espinaca o un emparedado de roast beef, pavo o pierna. Las hornean ahí mismo con vino blanco y romero.

Después están las perras maltesas, son hot dogs al estilo de la casa; hay de dos, la maldita perra carnívora, o si eres de la onda vegetariana, pide la perra maltesa herbívora, hecha de champiñón portobello, queso brie y cebolla caramelizada.

Lo más fuerte son las descaradas, que a decir de ellos son hamburguesas estilo la Antigua Roma. Hay cuatro tamaños: mini, original, maldita y condenada. Todas están hechas de pan artesanal, con ingredientes orgánicos y con aproximadamente 200 gramos de carne. La soberbia, por ejemplo, lleva queso de cabra y una nuez que va en la cima de una mezcla de lechuga y vegetales; la huevona es de huevo, hay champiñones, tocino o más queso, como ingredientes extras. De guarnición te dan papas kettle, son hojuelas onduladas, aunque a decir verdad no tienen el descaro suficiente como las hamburguesas.

Si no quieres sentir culpa puedes pedir una ensalada o una pasta farfalle con jitomate fresco, queso feta, menta y albahaca. Para romper la dieta sin remordimiento los postres están para ayudarnos. Pide una tarta de manzana, dulce y suave con natilla o un pay cremoso de limón. Súmale calorías con una malteada de chocolate Ghirardelli, chocolate blanco, caramelo o fresa. La más tentadora viene con penitencia, está servida con un brownie de chocolate.

La Santa Gula no se anda con rodeos y le hace honor a su nombre, si vienes tendrás la certeza de probar algunas recetas del otro lado del mundo. 

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