15 lugares imprescindibles de Azcapotzalco

Fue construido en 1982 por el arquitecto Mario Schejetnan, responsable de espacios como el Parque Ecológico Xochimilco, el Parque Metropolitano Laguna de Chapultepec, el Jardín Natural Parque Bicentenario y la última remodelación de Chapultepec. La estructura del parque está inspirada en el Valle de México. Cuenta con algunas lomitas que emulan las montañas y los cerros de nuestra ciudad y se crearon con la tierra que sobró de la construcción de la línea 6 del Metro. Su lago central es un homenaje al lago de Texcoco, en el cual puedes rentar lanchas para recorrerlo. 

Ahora las ves en casi cada esquina pero, ¿sabías que la original Casa de Toño nació en Azcapotzalco? Así cómo lo lees, la leyenda pozolera comenzó en el zaguán de una casa en Clavería, donde hasta la fecha se preparan de los mejores pozoles de la ciudad.   Con el tiempo el restaurante ocupó toda la casa y la demanda es tan grande que acaban de abrir una sucursal en el predio de al lado.

Fue la tercera cantina en registrarse en el DF (ahora CDMX), en 1918. Las carcajadas, cervezas y botanas abundan entre brillantes mosaicos color plomo y fotos viejas enmarcadas. Ya sea martes o domingo, a eso de las dos de la tarde, la cantina está repleta de hombres que llevan décadas pasando una puntualísima asistencia con sus compas en El Dux. Recomendamos las grandes cervezas de bola o los cocteles de la casa, como el guajolote (anís y vodka) que sugieren para la cruda. No importa el día o la hora, aquí siempre hay un ambiente tan clásico que es excéntrico y una sonrisa que dice “vengan pronto de nuevo”.

La CDMX siempre sorprende con hallazgos en zonas inesperadas. Basta darle la oportunidad a otras colonias para que revelen sus secretos. Es el caso de Clavería, hogar del restaurante Nicos desde 1957. La primera impresión es la de un lugar que goza de clientela fiel y que conserva su espíritu de restaurante de barrio. Con esta categoría me refiero al estilo del salón y al feelingde estancamiento en el tiempo que se respira. El chef Gerardo Vázquez Lugo ofrece una carta que incluye recetas del siglo XIX –como la sopa seca de natas, estrella de la casa–, y en las que el origen del producto es fundamental para la calidad y sabor de sus preparaciones, pues siguen los principios del movimiento slow food. 

Este lugar bien podría ser una embajada del arte urbano al norte de la Ciudad de México. El patio está ambientado con obras de varios artistas locales. Aunque se ha hecho famoso por sus conciertos, este lugar supone un espacio para cualquier expresión artística independiente. El rock, el punk y el ska se han adueñado del recinto gracias a conciertos organizados por colectivos como Azcapo Existe, Aquí No Hubo Escena y Violencia River. Han tocado bandas como Belafonte Sensacional, Sexy Zebras y Yokozuna. Tómate unas cervezas en su infame barra y disfruta de conciertos, exposiciones, performance, grafiti y talleres. Tienen presentaciones de libros y charlas con autores. 

En sus 532 locales hallarás de todo. Frutas, verduras, piñatas, ropa, carnicerías, pescaderías y una gran diversidad de moles. Lo más curioso de este mercado son los locales dedicados al esoterismo y brujería, en ellos encuentras veladoras, polvos, amuletos, yerbas y todo lo necesario para realizar cualquier tipo de trabajo, incluso figuras de La Santa Muerte.

Si ya estás en el mercado y quieres comer, la marisquería Los Jarochos se jacta de ser la mejor de Azcapotzalco, así lo dicen sus letreros y no es para menos.   Tienen una extensa carta de ceviches, cocteles, caldos, filetes y tostadas. Todo a un precio accesible y de gran calidad. Te recomendamos la sopa de mariscos, el filete relleno, sus mojarras y si tuviste una gran noche de fiesta, no te puedes perder su coctel vuelve a la vida.

Es un lugar libre de pretensiones y fresco. Puedes venir a la hora de la comida o en la noche para tomar cervezas artesanales, tienen marcas como Insurgente y Aguamala. Te recomendamos sus deliciosas hamburguesas, alitas y si tienes ganas de postre, su carta te propone maridajes interesantes, como una ensalada de frutos rojos acompañada de una chela Búho Rompeolas.

Está enfrente del Jardín Hidalgo. El edificio formó parte del convento dominico de la parroquia de junto. Es muy interesante el busto de Manuel Gamio, quien investigó bastante sobre Azcapotzalco, la fuente del primer patio y, por supuesto, el gran mural en la escalera, reciente y ambicioso, que retrata la historia de los miembros del hormiguero, desde los tepanecas hasta los chintololo (gentilicio cariñoso que quiere decir "nalgón"). A la vueltecita hay que visitar la Biblioteca Fray Bartolomé de las Casas para admirar el mural de Juan O’Gorman. Vale la pena pasar por el “¿se registra, de favor?”. 

Lo que inició como una paletería en 1945, se ha convertido en una de las cafeterías más representativas de Azcapotzalco. El Nevado es el típico lugar para desayunar o tomar un helado cremoso de su emblemática fabrica. Se dice que la primera televisión de la zona fue instalada en este lugar. Por nada del mundo te pierdas su tradicional pan de naranja, hay quienes incluso lo compran entero para llevarlo al extranjero. No te puedes perder su copa suiza que lleva cuatro bolas de helado y el flan de la casa, un postre cremoso con el dulzor necesario. Además, todo es exageradamente accesible.

Cuando entras por la puerta principal de la Alameda Norte, lo primero que ves es el obelisco conformado por dos torres. Ofrece muchas opciones de recreación: pista para correr, ciclopista, área de juegos infantiles y aparatos para hacer ejercicio. Cerca del obelisco está el skatepark que, sin ser muy grande, tiene espacio suficiente para que disfrutes de tu tabla. Para que ingreses con tu perro es obligatoria la correa, pero en los prados puedes jugar con él sin la necesidad de ésta. También cuenta con un kiosco muy agradable pero no es el único lugar con sombra, existen palapas con asadores, los cuales se rentan en la administración. Ten en cuenta que no se permite el uso de gas ni anafres. Los fines de semana hay renta de inflables, bicicletas y montables; los domingos por la mañana dan clases de adiestramiento canino en el foro al aire libre ubicado en la parte trasera. 

Lleva un año ofreciendo cursos, charlas y dinámicas para que la población se involucre y respete la naturaleza. Cuentan con 462 metros cuadrados de áreas verdes, 916 metros cúbicos de suelo permeable y un lago alimentado con agua pluvial. Aquí se planean estrategias para capacitar a los visitantes en la elaboración de proyectos sustentables como forma de autoempleo. Se dan talleres de reciclaje, creación de huertos, cultivo hidropónico y captación de agua de lluvia. También dan consejos sobre qué vegetales pueden rendir mejor al ser cultivados en casa, y quieren posicionar la producción orgánica como una alternativa sana y justa.

El segundo foro más grande de la ciudad después del Foro Sol es la clase de lugar de conciertos que realmente nos hacia falta en la ciudad. Este lugar destaca por sus grandes pantallas que se pueden admirar incluso desde el exterior, cuenta con areas de comida, bares, zona VIP, suites, escaleras electricas e infinidad de pantallas en su interior con circuito cerrado para que los visitantes no pierdan detalle de lo que pasa dentro.

Construido en 1968 como alternativa para la preparación de los atletas olímpicos, este deportivo cuenta con seis canchas deportivas, pista de atletismo y un gimnasio donde se practica box, lucha libre y artes marciales. El mayor atractivo de este sitio es el Centro Acuático Azcapotzalco con su alberca olímpica recientemente restaurada y con excelentes instructores. Además de opción deportiva, en la explanada principal se hacen conciertos de rock, ska o música de banda.

Lo que hace 60 años fue una forrajería —tienda de productos balanceados para animales— en Azcapotzalco, hoy es un hotel, spa y tienda veterinaria para consentir a tu mascota. El servicio de hotel ofrece atención monitoreada por cámaras las 24 horas. Hay disponibles ocho habitaciones de 1.50 x 2 metros que se equipan según el tamaño, edad o comportamiento del perro. Si tu sabueso es nervioso o hiperactivo, durante su estancia hará ejercicio en el gimnasio equipado con caminadoras. En el área de juegos tu canino liberará su energía corriendo en carreras de obstáculos, con pelotas y resbaladilla.