Después de años de foros, discusiones, publicaciones, resoluciones jurídicas del más alto nivel y posicionamientos internacionales, todo indica que México pondrá fin pronto (pero sin decir cuándo) a la prohibición de la cannabis y de sus usos. ¿Cuáles serán algunos de los beneficios que traerá consigo la regulación del cannabis para México?
1. Reforzar la disponibilidad y el contenido de la información, la prevención y la atención de su consumo y de las adicciones gracias a la provisión de datos certeros oficiales sobre los riesgos y los efectos de su potencial consumo.
2. Favorecer el acceso a la salud gracias a sus virtudes terapéuticas y medicinales científicamente comprobadas en el mundo y con menos efectos dañinos o secundarios que varias medicinas químicas. Su uso, no necesariamente por vías respiratorias, puede servir como analgésico, antinflamatorios, antináusea, ansiolítico, para problemas de piel, migrañas, alzheimer etc. Su regulación es urgente ya que existen varios productos de muy mala calidad en el mercado sin control sanitario.
3. Fomentar la investigación científica y el conocimiento gracias al registro de patentes nacionales e internacionales de distintos productos derivados y demás innovaciones.
4. Desarrollar un nicho económico internacional potente a través del cultivo masivo de cáñamo industrial obtenido a partir de la fibra de la planta para la producción de cuerdas, textiles, papel, biocombustibles, bioconstrucción, aislantes, etc.
5. Apoyar en la lucha contra la extrema pobreza y la extorsión de carteles del crimen organizado mediante la formalización de cooperativas sociales, la diversificación de oportunidades de negocios y empleos, especialmente para campesinos y pequeños emprendedores desde una visión de inclusión y justicia social.
6. Generar nuevos ingresos para el Estado derivados de las aportaciones fiscales obtenidas del nuevo mercado.
7. Reducir la estigmatización, los estereotipos y la discriminación de las personas usuarias fomentados por ideas dogmáticas. En general, el consumo de alcohol o del tabaco es mucho más problemático y dañino. Existen distintos tipos de consumos. El consumo no implica necesariamente un comportamiento problemático o adictivo.
8. Prevenir de los riesgos vinculados al mercado negro para las personas usuarias como el contacto con la oferta de otras sustancias ilegales que pueden resultar más dañinas o la inseguridad provocada por el narcomenudeo.
9. Mejorar la seguridad y la justicia a partir de la elaboración de una estrategia de priorización de la persecución penal para los delitos de mayor impacto social. Es decir, orientar los recursos y la acción pública en materia de seguridad y prevención de las violencias hacia otros tipos de delitos más dañinos para la sociedad como los homicidios, los secuestros, la violencia intrafamiliar o de género, en vez del delito contra la salud por portación simple de cannabis. Las personas usuarias de cannabis y de drogas tienen que dejar de ser consideradas como criminales por parte del Estado quien las encarcela en universidades de la violencia.
10. Asumir un liderazgo vanguardista y consciente en el escenario internacional en materia de política de drogas, desde una visión de reducción de riesgos y daños frente al paradigma ya fracasado de la guerra contra las drogas y sus efectos desastrosos padecidos y ya comprobados para la cohesión y la paz social.
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