Viajamos al cada vez más lejano 1982 para revisar una película mexicana. La cinta se llama El caballito volador y la dirigió el reconocido realizador mexicano de origen polaco Alfredo Joskowicz. La película, que se puede revisar de manera gratuita a través de filminlatino.mx, es una interesante primera aproximación para niñas y niños al muy amplio, diverso y prolífico cine mexicano.
Cierto es que la producción cinematográfica mexicana no ha tomado tanto en cuenta al público infantil, como sí lo ha hecho con el adulto y hasta el juvenil. Sin embargo, existen películas como la muy entretenida El caballito volador, que además de divertir también funciona como una ventana para ver otras realidades de infancias en nuestro país.
Diego, interpretado por el niño Roberto Sosa, ve preocupado que el hogar donde ha crecido y sido feliz es amenazado por una sequía que les ha dejado sin agua para sobrevivir. Si bien son los adultos los responsables en encontrar una solución, al propio Diego no le es indiferente la situación: hay que recordarlo, es el sitio que toda su familia y él consideran su hogar.
La sequía –por cierto, tema muy actual–, el abuso por parte de quienes ostentan mayor poder económico, el desplazamiento de las comunidades, la importancia de nuestras raíces y la necesidad de nuestra conexión con la tierra, son algunos de los temas que forman parte de la trama de El cabalito volador. Sí, todos ellos vistos desde la perspectiva del niño Diego.
Cierto es que algunos aspectos visuales de la película –en específico los efectos especiales– no han envejecido bien con el paso de los años, pero también es importante a la luz de lo anterior señalar que eso no estropea la experiencia principal. El elenco, en el que también destacan nombres de importancia como Blanca Guerra, Sergio Jiménez y Sergio Bustamante, es de primer nivel; y por ello, las actuaciones resultan divertidas y disfrutables de ver.
El humor en la cinta es un elemento principal, pues si bien el villano es nada más y nada menos que Don Abusivo, éste sueña literalmente con ser un gran artista antes que un gran enemigo. Los secuaces, como sucede en este tipo de películas, ayudarían más quitándose de en medio, pues solo estorban.
La fantasía es el vehículo a través del cual se nos van presentando los temas relevantes ya mencionados. A bordo de Zirán, precisamente el caballito volador al que se refiere el título de la película, Diego descubrirá con diversas misiones la clave a la tremenda incógnita que lleva en su corazón y que anhela resolver.
Las historias sirven siempre como vehículo para hacer llegar mensajes de relevancia, de importancia. Eso sucede con El caballito volador, que, si bien es una película de fantasía, no deja de tocar tierra precisamente con la realidad.
Si todavía no se convencen de ver la película, añado que la presencia del folklor y la cultura mexicana es de primera importancia. Observamos en el arte de la cinta árboles de la vida, máscaras y atuendos, así como la presencia de bailes y hasta la tradición del Día de Muertos.
Si lo anterior siguiere sin animarles, les invito a que escuchen a niñas y niños hablando de esta cinta clásica del cine mexicano. Ya saben, pueden verla gratis en filminlatino.mx.
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