¿Cómo acercar a los niños a la vida marina? Quizá parezca una tarea complicada cuando se vive en una ciudad alejada de mantos acuíferos, pero entre las grandes construcciones y vías vehiculares se esconden espacios que nos ayudan a esa labor, como el Acuario Inbursa y, a partir de diciembre de 2016, el Laboratorio Submarino Blau Life.
La aventura comienza para toda la familia en el primer piso de Plaza Carso, donde se aborda un submarino que tiene como destino el fondo del océano. Con la recreación de ese escenario, chicos y grandes se acercan a los biólogos marinos del Centro de Conservación Blau Life (CECONSE) para aprender sobre la dinámica del mar –la formación de olas, tsunamis y tormentas, por ejemplo– y de la vida que ahí se alberga.
Al igual que el Acuario Inbursa, conforme se acercan a la superficie, los visitantes aprenderán de las diferentes especies que ahí se albergan, hasta llegar a la superficie. En cada nivel hay apoyos visuales, contenidos científicos y formativos, así como espacios para que los pequeños interactúen con algunas especies bajo la guía de un especialista.
La formación se complementa con lentes de realidad virtual, máquinas de simulación, espacios para proyección de video mapping y hologramas, y zonas de mesas interactivas y microscopios.