Janice y Ema tienen una larga y bella historia como pareja, cuyo momento más importante fue el nacimiento de su hija Gala, ahora de 11 años.
Además de sus carreras profesionales y la crianza de su pequeña, trabajaron arduamente por darle visibilidad a las familias homoparentales con la creación del Círculo de Familias Diversas. Este grupo para madres y padres LGBTTTI, y sus hijas e hijos, busca empoderar a estas familias para que puedan exigir el respeto pleno de sus derechos, además de establecer vínculos de amistad y solidaridad entre ellas.
“La diversidad es riqueza y los derechos humanos no están a votación”, dice Janice, tras describir de qué manera el grupo le dio voz pública a las familias homoparentales en favor de una sociedad genuinamente igualitaria e incluyente. “El poder de la unión contribuyó a eliminar la ambigüedad sobre si éramos o no familia y esta visibilidad ha hecho que otras personas se sensibilicen”.
Sobre la maternidad, Janice explica que durante mucho tiempo creyó que no debía o no le correspondía ser madre. “Cuando Ema, mamá biológica de Gala, me preguntó si me gustaría que nuestra hija me llamara ‘mamá’, todo mi cuerpo, todo mi ser comprendió que, si bien no había asumido mi rol, por supuesto quería ser la mamá.
“Estoy orgullosa de quién soy y no me molesta que la gente me voltee a ver”, añade Janice. “Cuando la gente nos conoce, sabe que no hay problema, que somos una familia feliz. Hemos detonado algo que se refleja en lo cotidiano, en nuestro entorno, y lo que comienza en el círculo familiar se extiende al círculo de vecinos y al laboral”.
Prueba de ello es la pequeña Gala, quien en ningún momento ha cuestionado el hecho de que tiene dos mamás, una configuración que es parte de su cotidianidad; aunque también sabe que existen otros tipos de familias y ha sido educada bajo la ética del respeto, con pleno conocimiento de una diversidad no sólo sexual, también cultural, religiosa y étnica.
“Ella nos legitima con la naturalidad con la que acepta su situación y es ella quien nos ha dado las lecciones más grandes”, comenta Janice y asegura que no han sido víctimas de discriminación gracias a que siempre han sido abiertos sobre su situación y presentan a su familia como lo que es.
“La diversidad familiar no consiste únicamente en cómo está formada la familia, cada una es distinta dentro de sus propias particularidades. Nosotras, siendo vegetarianas y ateas, respetamos a la gente que come carne o practica alguna religión, y así se lo inculcamos a nuestra hija”, añade Ema.
Ella menciona que no han afrontado muchas dificultades. “Pero levantar la voz es parte de nuestro activismo y es importante hacerlo, pues Gala nota cómo le damos visibilidad a nuestra familia”, finaliza.