¿Ese olor es de galletas o de vainilla? Más allá del dulce olor que te recibe, entrar a este spa es una fantasía de cuento de hadas, para mamás e hijas (o hijos). Todo es rosado, con detalles como coronas, un gran oso de peluche y cojines muy acolchonados. Y esto sólo es el comienzo porque lo verdaderamente disfrutable son los servicios de spa para pasar una tarde madre e hijos.
Los fines de semana —viernes y sábado— es el día para que pasen un tiempo en familia. Sólo en estos días es cuando pueden agendar servicios para adultos y menores. El circuito de niñas dura 45 minutos con seis estaciones, mientras que el de mamás dura una hora con cuatro servicios. Es importante que sepas que el pedi de las madres lo hace una podóloga, asimismo los masajes realizados por un profesional, eso sí, debes solicitarlo con tiempo.
Cuando entramos, el primer paso fue ponernos cómodas, se logró con sandalias y batas. Para el pedicure realizaron una exfoliación en los pies, además de colocarnos gelish (muy importante, sin limar la uña), para decorar tienen piedritas y calcomanías. El masaje es la estación número dos, nos aplicarán un facial delicioso, además masajeadores de cuero cabelludo y máquinas para masaje de espalda. Para este punto, mi sobrina ya estaba preparada para dormir y no, no de aburrimineto, si no de lo relajada que estaba.
Lo siguiente fue el manicure y para finalizar (sólo para pequeñas), peinado y maquillaje. Me encantó que el maquillaje fuera muy sútil, con colores...
