Como fan de Björk me es imposible elegir sus 10 mejores canciones. Sé que algunas son mucho más amables al oído que otras, pero cada una de sus piezas cuenta con una belleza que endulza el corazón y el alma.
Después de varias vueltas elegí, tal vez no las mejores canciones, pero sí las más emblemáticas de sus nueve discos, las cuales resaltan la importancia de Björk para la música y que son un must para conocer la discografía.
Prepárate para disfrutar su show Cornucopia y llegues al Parque Bicentenario como todo un experto en la materia.
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Su primer sencillo como solista indaga en la mente humana. Obviamente Björk se lleva una decepción al no poder entenderla y termina más confundida. El video, dirigido por Michel Gondry, nos recuerda a esa inocente Björk noventera con un atuendo trashy y lentejuelas alrededor de sus ojos, las cuales puso de moda, sino pregúntenle Gwen Stefani de No Doubt.
Con esta canción, Björk mostró su apoyo a las Islas Feroe y Groenlandia, países que se encuentran sometidos por Dinamarca. La cantante incita a los pueblos a levantar la voz, independizarse y a crear una bandera propia. Su video fue dirigido por el increíble Michel Gondry.
Médulla es el disco más incomprendido de la islandesa. Si quieres acercarte a su trabajo, no es la mejor opción.
Construida a partir de beatboxs y scat, Björk aparece junto a su novio gato. Harta de su vida monótona sale a un bar para divertirse con sus amigos. En ella retrata las sensaciones que sentimos cuando nos enamóranos.
Además de protagonizar Dancer in the Dark (2000) de Lars von Trier, Björk se encargó del soundtrack de este trágico musical, en el cual interpreta a Selma Ježková, una mujer que está perdiendo la vista.
En la película, cuando se le cuestiona sobre su ceguera, ella responde con esta canción en la cual expresa que no necesita ver más cosas porque ya la ha visto.
La versión original la canta a dueto con Thom Yorke de Radiohead, y le valió la nominación a Mejor canción original en los Oscares de 2000.
El último disco de Björk presenta una utopia del colapso ecológico en el que estamos viviendo, con una mirada femenina. "Blissing Me" es una dulce canción que narra la emoción de enamorarse de nuevo y el uso de la tecnología.
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Este video se estrenó durante la retrospectiva de Björk, en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, en 2015. “Black Lake” nos sitúa en el climax de un rompimiento amoroso. La cantante se desangra sentimentalmente en 10 minutos, pero al final renace, como todos aquellos que hemos pasado por esto.
En este video trabajó con el fotógrafo Nick Knight, quién creó la portada de Homogenic. En el video usa un vestido de Alexander McQueen, el cual deja al descubierto todo su torso.
Cuenta con una serie de imágenes de algunas escenas de sexo explícito con filtros que no dejan ver exactamente, convirtiendolo en una obra erótica. La canción trata sobre una chica que está a punto de casarse, por eso el vestido blanco.
Como su nombre lo indica, trata sobre las relaciones humanas y hace una analogía con las placas tectónicas de la tierra, las cuales suelen estar pacíficas pero de vez en cuando chocan y liberan grandes cantidades de energía. El video se estrenó en el canal del Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles (MOCA).
Producida por Nelle Hooper, es una de las más emblemáticas de Post, su segunda placa. En ella nos motiva a dejar la rutina y a moverse del lugar común para reforzar los lazos de amor de nuestros seres queridos.
Dos Björks robots se dan la mano y se entrelazan en lo que parece ser sexo entre máquinas. Esta canción es un himno de esperanza cuando recién te rompieron el corazón y te sientes olvidado. Todo está lleno de amor, sólo tienes que poner atención a tu alrededor. Björk se besa y se abraza así misma, recordándonos el amor más fuerte: el propio.
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