Es un museo taurino pero no tiene nada que ver con la matanza de toros. “Faena” del latín “facienda” que significa “cosas que hay que hacer” nos deja en claro que una cosa que hay que hacer es visitar esta cantina-museo taurino que junto con El Bar Mancera -a sólo una puerta de distancia- son consideradas dos de las cantinas más antiguas y tradicionales del Centro Histórico de la Ciudad de México.
Empieza el recorrido desde la tarde con unos mezcales y una plática en lo que llegó a ser uno de los lugares favoritos de Carlos Monsiváis: La Faena. Para cenar y seguirla vete por unos tragos y una torta de bistec y chistorra ahogada en salsa verde a la Hostería La Bota. De ahí, un Mezcalini de Tamarindo o whiskey en las rocas mientras ves a una banda de jazz en vivo en el Zinco Jazz Club es la opción para acabar la noche relajadito y listo para la cama.