Si bien la psicodelia propia del proyecto llamado Boogarins alude a los colores utilizados en los carnavales brasileños, su propuesta sonora traspasa cualquier matiz. El proyecto surgió durante la adolescencia de Almeida y Ferraz, cuando ambos decidieron componer sus propias rolas en el sótano de sus padres. Su principal influencia es el tropicalismo y su técnica de grabación es el DIY.
Su primer lanzamiento como banda lleva el título de As Plantas Que Curam y resulta un viaje total. Es un disco hecho para ser escuchado con los ojos cerrados y dejar que la música nos transporte a un lugar mejor. Las guitarras de Ferraz fungen como una suerte de guía espiritual, mientras que la voz de Almeida nos dirige a lugares inesperados.