Hace poco más de 10 años el circuito musical nacional vivió uno de sus grandes momentos. Mientras Zoé dominaba el mainstream con su Rocanlover, en los espacios emergentes destacaban los nombres de una camada de bandas que definió un antes y después en la historia musical mexicana. Por supuesto que estoy hablando de agrupaciones como Hummersqueal y Sad Breakfast, pero en especial de Austin TV.
Aún recuerdo la primera vez que escuché "Ella no me conoce", de Austin TV. Un amigo me platicó de ellos y me quemó un disco con sus canciones. El primer track era justo ése. Desde los primeros segundos sentí cómo la piel se me enchinó. Esos tipos eran unos maestros para crear atmósferas y contar historias sin la necesidad de tener una voz que guiara los pensamientos del escucha.
Con los años, Austin TV se convirtió en un gigante. El tiempo pasó y las cosas terminaron. Sin embargo, su legado sobrevivió. Muchas bandas quisieron imitar su sonido, ninguna lo consiguió (afortunadamente).
Hoy, luego de 10 años, me atrevo a decir que el circuito musical nacional vive otro de sus grandes momentos. Claro, las cosas son muy distintas. El internet lo cambió todo. Esto provocó una proliferación de bandas jamás vista. Ahora lo valioso no es descubrir un grupo nuevo, sino distinguir a una gran banda del resto. Justo en ese sitio posicionaría a Jean Loup. Su historia se escribe aparte. No, no estoy exagerando.
La primera vez que escuché sobre ellos fue gracias a los colectivos Yes, I Dude y Aquí No Hubo Escena. Ambos unieron fuerzas para crear el Festival Unión, un espacio totalmente underground en el que reunieron a bandas emergentes para crear una escena incluyente. Esa vez no los pude escuchar en vivo, pero su nombre se me quedó grabado. Escuché su música en Soundcloud. Me gustó, pero sentía que el material no les hacía justicia, así que decidí darme una vuelta a uno de sus shows. Fue una de las mejores decisiones que he tomado. Además, comprobé mi teoría: el demo que tenían en línea no le hacía justicia a la energía que proyectan en vivo.
En ese contexto, Jean Loup es una fuente inagotable de energía, coordinación y sentimientos. Cuando toman el escenario se vuelven amos y señores de la noche. Su propuesta se apega un poco a lo que alguna vez hizo Austin TV; esto es: atmósferas hipnotizantes y melodías cargadas de emoción. Aunque la comparación también me parece injusta, es necesario abordarla porque justo Chavo, de Austin TV, produjo Valerio y la última vuelta al Palejonú, el primer EP de Jean Loup.
Este material arranca con el sonido de una moneda cayendo el suelo, el que ilustra a la perfección lo que esta agrupación oriunda del Estado de México hizo con este material. Aquí probaron su suerte y se jugaron todo. Afortunadamente el resultado es favorecedor.
"Gran Keet" es el primero de los cuatro tracks que dan forma a este EP. Todo inicia con un juego de tiempos en los riffs que figura una especie de enfrentamiento entre las guitarras. Al pasar los segundos, la melodía crece y un tenue coro nos acompaña por un camino lleno de delays y líneas de bajo precisas. En esta pieza no hay letras porque no se necesitan. La instrumentación de "Gran Keet" dice más que mil palabras.
El segundo tema lleva por nombre "Torino" y por momentos me recuerda al math rock de bandas como Giraffes? Giraffes!, pero mucho más digerible, un poco más parecido a lo que hace This Town Needs Guns, pero con un elemento nostálgico presente en las guitarras. "Torino", a diferencia de su antecesor, sí está acompañado de letras que retumban como cantos furiosos que detonan en un gancho que seguramente será coreado por miles: "Recuerda nunca terminar debajo de un capricho ajeno".
"Valerio Benustelli", el tercer track, me parece que es la pieza más firme del EP. No sólo por su posición dentro del tracklist, sino por la complejidad de los arreglos. A mi parecer es la canción mejor lograda del disco. En ella se armonizan los elementos pop con la propuesta única de Jean Loup. Los teclados refuerzan la atmósfera que la voz de Emanuel crea al declarar, con cierta arrogancia: "Grito más fuerte que él".
Finalmente, "9:16pm" cierra Valerio y la última vuelta al Palenojú. Quizá el tema con más carga nostálgica. "¿Cuántas veces comencé a sabiendas de perder?" resuena a lo largo de casi 5 minutos, en un tema en el que el juego de guitarras tiene un papel protagónico.
Jean Loup y su Valerio y la última vuelta al Palejonú representa un gran momento en la nueva historia de la música en México. Ellos, como banda, son líderes dentro de su circuito. Se lo han ganado a base de esfuerzo, sudor y mucho trabajo. Valerio, por su parte, es para mí, lo que alguna vez representó La última noche del mundo. Pero, hey, no nos aferremos al pasado. Lo importante aquí es que Jean Loup es parte fundamental de una nueva generación que está marcando historia, tal vez sin saberlo. Sin duda, uno de los materiales más valiosos de lo que va de este 2015.