El Alicia es más que un lugar de conciertos, es uno de los motores más importantes de la escena independiente de la ciudad. Aquí algunos puntos clave del por qué nos encanta y no queremos que cierre
Ver la sonrisa del gato de Cheshire que recibe a los asistentes sedientos de música, de alternativas y nuevos sonidos de la ciudad no puede pagarse con el cover de 70 pesos. Eso es algo que bien sabe Ignacio Pineda, director del Multiforo Cultural Alicia quien con sus aliados, "los alicios", ha mantenido este proyecto durante casi 20 años.
Lugares como el Multiforo Alicia son necesarios para la difusión de la cultura. Actualmente este espacio está en peligro de cerrar sus puertas debido a una multa de 167 mil pesos que le impuso la delegación Cuauhtémoc y que es casi imposible de pagar por los dueños del recinto.
Únete al llamado solidario que músicos, bandas y el foro le hacen a su público, y comparte las razones por las que asistes a sus conciertos con el hashtag #NoalCierredelAlicia.
El anarquismo es la filosofía que rige al Alicia como un proyecto de crítica al Estado, de compromiso social y autogestión. Ignacio Pineda, líder del proyecto, parte de una visión de independencia en la que cada quien hace su parte y la colectividad se organiza para poder convivir.
El foro ha sido catapulta para un sinnúmero de agrupaciones a lo largo de sus casi 20 años de existencia. No sólo acoge bandas de la escena underground, también han tenido conciertos memorables de músicos internacionales como Albert Plá, Manu Chao, Babasónicos y Ska-P.
Los precios de sus boletos van de $60 a $100, es raro que sobrepase los 150 pesos. De acuerdo con ellos, la música no debe ser un privilegio, sino un derecho para todos.
Bandas como Austin TV grabaron su primer material en su sello discográfico, Grabaxiones Alicia. También han grabado a más de 50 bandas, como Sr. Bikini, Rebel Cats, Los Gatos, Telekrimen, etc. También discos de bandas internacionales como La Kinky Beat y un concierto en vivo de Manu Chao grabado en el foro.
El Multiforo Alicia abre sus puertas para proyectos que no necesariamente tienen que ver con música, como charlas y conversatorios sobre equidad de género, debates sobre la legalización de las drogas y sexualidades disidentes.
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