Una de las leyendas que rodean a Os Mutantes es que cuando Nirvana fue a Brasil en el 93, Cobain intentó localizar a Arnaldo, uno de los fundadores de la banda. Sin éxito, le dejo una nota que decía que le deseaba lo mejor y que tuviera cuidado con el sistema. El disco Mutations, de Beck, fue nombrado en honor a los brasileños por el gusto a su música. Han influenciado a muchos de tus artistas favoritos, como The Flaming Lips, Of Montreal, Devendra Banhart y hasta al mismísimo David Byrne. Sérgio Dias, guitarrista y vocalista, nos contó sobre el futuro del grupo y lo que nos depara su primera presentación en tierras aztecas.
Después de 30 años de no grabar y no presentarse en vivo, ¿cómo fue el regreso de Os Mutantes?
Fue una cosa inesperada. El Barbican Center, en Inglaterra, preparó un homenaje al tropicalismo (un movimiento artístico surgido en Brasil). Alguien le dijo al curador que no tendría sentido hacerlo sin nosotros. La prensa lo distorsionó y afirmó que nos juntaríamos allá. En Brasil también empezaron a decirlo y fue entonces que decidimos hacerlo.
¿Qué elementos se quedaron como antes y qué es lo nuevo en su música?
Cuando trabajas bajo el nombre de Os Mutantes todo cambia. La sonoridad y las letras se transforman como si hubiese magia. Ahora estamos por lanzar un álbum nuevo; hice una canción para los mexicanos, en la que junté pedacitos de todas las piezas que conozco en español, como "Malagueña salerosa" y "Quizás, quizás, quizás".
La música del tropicalismo fue tan comprometida que artistas como Gilberto Gil y Caetano Veloso se vieron obligados a salir del país. La música brasileña tenía conciencia social en los primeros años de Os Mutantes. ¿Eso persiste?
Sí, totalmente. No hay manera de olvidar esa conciencia. Hicimos algo en inglés (el disco Fool Metal Jack, en 2013) y tiene algo de político en relación con los soldados de Estados Unidos que mueren sin sentido. Es una pena que los artistas ya no se estén concentrando en ese punto.
¿Cómo fue conciliar a personas que crecieron en una época diferente en esta nueva etapa de Os Mutantes?
Yo conocía a los nuevos integrantes desde hace mucho tiempo. Naturalmente ellos no tienen la noción entera de lo que nosotros vivimos en la dictadura y soy el único en la banda que tiene esa bandera y esa formación. Es algo que intento transmitirles y la música lo va facilitando y hace nuestra relación más fuerte. Cuando ves que una banda tiene 30 shows en 32 días, sale del escenario dándose abrazos, besos y llorando de emoción, te das cuenta de que hay algo muy bueno en ellos.
¿Qué es lo que esperan de su presentación en el Marvin?
Espero locura total. Imagínate: brasileños tocando para un público mexicano, que está igual de loco que nosotros. Voy a tocar una canción nueva que hice para ustedes, se llama "Esos ojos verdes". Sólo no voy a beber tequila, porque no tomo. Pero voy a comer mucho y a ver a las mexicanas, que son muy bonitas. Estoy loco por ir.
¿Qué viene de nuevo para Os Mutantes? ¿Hay algo que quieran hacer que aún no hayan hecho?
Yo veo para atrás en mi vida y sólo puedo agradecer. No hay nada que haya querido hacer que no haya hecho. Por ejemplo, hasta ahora he conseguido vivir sólo de la música. Es algo muy lindo, sobre todo en Brasil. Algo que tal vez me gustaría hacer sería un día unir a Latinoamérica. ¿Cómo puede ser que la primera vez que vamos a tocar en la región, va a ser en México, después de 30 o 40 años? Es increíble. Siempre he escuchado mucha música mexicana, argentina, chilena. Pero las dos veces que hemos sido nominados a los Grammy Latinos éramos como algo aparte. Es como si viviéramos en otra realidad en América del Sur. Es un territorio enorme que no se relaciona con sus vecinos más cercanos; no lo entiendo y de alguna forma me atormenta. Ese gusto se percibe desde nuestras primeras canciones, como "El Justiciero" y otros temas. ¿Por qué Brasil está tan aislado? Aunque tampoco hay tantos mexicanos que vayan a tocar allá, creo que sólo Thalía.
Me encanta la cultura mexicana. Por ejemplo, la letra de "Cielito lindo", ¿a quién se le hubiera ocurrido iniciar una canción hablando de un lunar en la boca? Es pura poesía que nadie hace de la misma forma y me toca profundamente. También adoro la comida, la alegría del pueblo, los colores. Hay un vínculo muy fuerte entre Brasil y México, que no hay con Argentina, que odian a Brasil. Aunque esa rivalidad también es una especie de hermandad, pero insisto en que la mayor hermandad es con México, por una especie de proximidad cultural.
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