3 bandas imperdibles del Festival Aural

Esta dupla se ubica dentro del espectro del jazz experimental. No es un error. Las notas de saxofón y las baterías en heroína son evidentes. Pero van más allá de eso, este proyecto de Rob Mazureck y Chad Taylor, activos desde finales de los setenta, abarca géneros como electrónica, avant garde, latin jazz y a veces hasta easy listeting y space rock. De cuando la experimentación y la improvisación se convierten en una delicia, como un buen martini con su debida aceituna.

Este dueto de Providence, Rhode Island, está formado por Brian Chippendale en la batería y Brian Gibson en el bajo. Son capaces de desatar una masacre de ruido y compases iconoclastas. 

Sus shows tienen fama de torturar oídos por sus composiciones enmarañadas, agresivas y el volumen a niveles sangrantes. Claro, para muchos desequilibrados, esto puede ser como si escucharan canciones de cuna. Orgía de noise-sadomaso-psych a la que se vale la pena sumergirse.

Probablemente la banda de Montreal, Canadá que mejor encarna el post rock, en su acepción más instrumental y paisajista. Su música es un mar de sonidos de fuerte carga emocional y olas de sentimiento que a pesar de contar con algunas letras, cuentan historias con estructuras convencionales: principio, desarrollo, clímax y fin, lo que se traduce a canciónes de hasta 30 minutos.

A excepción de sus rolas habladas, tienen piezas en las que recitan manifiestos políticos, mostrando sus postura anarquista-situacionista, razón por la que no dan entrevistas. En vivo son una explosión de sentimiento.