Los Ángeles Azules cuentan con 36 años de carrera. Desde que se formaron, hasta que grabaron su primer disco en los ochentas, han hecho bailar a Latinoamérica.
El los últimos años, la agrupación de Iztapalapa rompió las barerras generacionales y se echó a la bolsa a todos los jóvenes con sus discos Cómo te voy a olvidar (2013) y De plaza en plaza (2016), en los que hicieron duetos con artistas como Lila Downs, Kinky, Carla Morrison, Ximena Sariñana, Yuri, Miguel Bosé y Tessa Ia.
Para seguir con la promoción de De plaza en plaza, estos personajes ilustres de Iztapalapa vuelven al Auditorio Nacional para presentarse con artistas como Yahir y Ana Torroja. Platicamos con ellos para que nos contaran sobre su show y su experiencia en la industria musical.
Para ustedes, ¿qué representa tocar en el Auditorio Nacional?
Tocar en el Auditorio Nacional es siempre un gran reto, es un lugar simbólico. El reto va más allá: por la disposición del lugar es un poco difícil que la gente se pare a bailar. Es maravilloso ver cómo con las primeras notas de una canción la gente se llena de alegría aunque tengan un espacio muy reducido.
¿Cómo se prepara un show de esta magnitud?
Tenemos una ventaja. Prácticamente tocamos todos los días, bueno, casi todos, no hay que exagerar. Eso hace que no nos tengamos que preocupar tanto por ensayar. Lo realmente pesado, muy pesado, es toda la logística porque muchas veces nos llevan desde muy temprano a hacer cosas.
¿Qué tanto ha cambiado la escena musical desde que comenzaron su carrera?
Iniciamos en los ochentas como un grupo a nivel sonidero. Eran tiempos muy difíciles donde tuvimos que picar piedra muy duro. Recuerdo —apunta el Doctor Elías— que en nuestros primeros eventos casi nunca se escuchaban los bajos, pero una vez que grabamos el disco y tuvimos unas bocinas decentes, podía sentir el bajo retumbando en toda la colonia, eso fue muy hermoso. Desde entonces, hemos tratado estar en un constante proceso de cambio como agrupación.
¿Y el público ha cambiado?
Claro que sí. La mayor bendición que tenemos como Los Ángeles Azules es haber traspasado la barrera generacional, y no sólo esa, también la barrera geográfica y socioeconómica. Nos escuchan en las fiestas de barrio pero también en las fiestas de empresas, en cualquier lado donde escuchen nuestra música la gente ya puede reconocernos. Creemos que cuando se hace música de manera muy honesta, la gente la hace suya.
A estas alturas del camino, nos atreveríamos a decir que la música de Los Ángeles Azules se ha convertido ya en un hito de la música mexicana, ¿qué piensan sobre esto?
Es un gran elogio para nosotros pensar en eso. Alguien puede escuchar una canción nuestra y reconocernos, la base que nuestro hermano, el Doctor Elías, hace es inconfundible. Nos encanta saber que la gente escucha la música que hacemos y que la disfruta, eso para nosotros es un gran impulso para seguir trabajando.
Antes del disco sinfónico estuvieron alejados de los reflectores, ¿qué representó para ustedes este disco?
Fue un giro de 360 grados, escuchar nuestras canciones con estos arreglos fue deslumbrante y sinceramente, no nos esperábamos el gran éxito que tuvo. Somos muy afortunados porque nos ha llevado a muchos lugares donde han ocurrido cosas mágicas, como en estadios grandes en Bolivia o tocar en el Hollywood Bowl junto con la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de Los Ángeles.
¿Qué sorpresas nos esperan para su próximo concierto?
Muchas sorpresas e invitados como Yahir, María León y Ana Torroja, y quizá la lista crezca.
¿Qué preparan para el futuro? ¿Qué le hace falta a Los Ángeles Azules?
Nos gustaría llegar con nuestra música a lugares lejanos, pensamos por ejemplo en el viejo continentes y quizás más allá. Y aquí en México nos encantaría, algún día, tocar en el Palacio de Bellas Artes. Y pues ya próximamente vamos a entrar a grabar el disco nuevo pero aún no podemos dar mucha información.