Si no sabes qué ver, aquí te decimos cuáles son los cinco actos imperdibles, que van desde Black Rebel Motorcycle Club, liderada por Rober Levon, hasta el regreso de The Black Angels.
Un nuevo festival parece abrirse paso a la ya nutrida oferta de circuitos musicales de la CDMX: Hipnosis, un evento cuya sede será el Deportivo EMP y que apuesta por el garage rock como el protagonista principal para saturar oídos con saludables retoques de psicodelia.
La definición de garage rock es, hasta cierto punto, sencilla: rock hecho en cocheras, sin mucha pericia o virtuosidad, pero con toda la potencia para mantener la sensación de libertad intacta, pues según Jesse Huges, de los Eagles of Death Metal, de eso se trata el rock en su estado más crudo, de ser libres.
Su historia raya en los descuidado. Especialistas se taladran los sesos destilando el punto cero del garage rock como lo escuchamos hoy en día. Eric James Abbey en su libro Garage Rock and Its Roots: Musical Rebels and the Drive for Individuality, propone que el rock de cocheras era la respuesta de adolescentes gringos (con toda la ingenuidad que eso implica), de imitar a los héroes de la primera ola de la invasión británica. Sin idea de cómo leer un pentagrama, conectaban las guitarras a amplificadores baratos y tocaban en donde habitualmente tendría que ir el auto. De la nada empezaban a sacar acordes, sólo guiados por las tonadas de The Beatles, Rolling Stones y The Kinks.
Aunque, en el desmadre en el que se intenta averiguar de dónde es oriundo el garage rock, se cree que su identidad, de visceralidad sencilla y un poco de candidez frenética, se debe a que las bandas garage tuvieron un explosivo auge a la mitad de los sesenta, en la región conocida como el midwest norteamericano, de ahí que su iconografía esté asociada con estampas de motocicletas, automóviles y talleres mecánicos.
Si bien las bandas que se consideran pioneras del garage se cuentan por puñados, los nombres que más suenan al momento de hablar de pioneros de garage rock confederado son: The Kingsmen, The Flamin'Grooves, MC5, New York Dolls y, sobretodo, los Stooges con Iggy Pop al frente.
Pero si nos ponemos mamones y con el riesgo de provocar a los clavados, el garage no es punk. Su sonido cobró cierta identidad cuando incorporó de manera decisiva sonidos como el surf, el rockabilly y riffs de la primera ola de psicodelia.
Sí, la actitud es prácticamente la misma del ánimo primario del punk, de ahí que al garage rock de los sesenta se le conozca también como sixties punk o protopunk, y se considere un eslabón indispensable en la historia del rock, por lo que disfrutarlo es de algún modo rendir un homenaje al género que revolucionó para siempre la cultura musical de la segunda mitad del siglo XX y sigue vigente hasta nuestros días.
El cartel de Hipnosis lo encabeza Black Rebel Motorcycle Club y The Black Angels, por lo que el corazón no late de emoción. Este festival es una muestra de que México necesita festivales temáticos para hacer feliz a los fans y crear nuevos públicos, por eso te recomendamos desde las bandas imperdibles, hasta los restaurantes a los que puedes ir después del festival.