Han pasado cinco años desde que la banda islandesa destrozó el Auditorio Nacional con su última visita; “Popplagið” resonó en cada esquina, nos explotó el corazón y voló el techo del Coloso de Reforma. Ahora, recuperados de esa hermosa noche y de una pandemia de dos años, la banda vuelve como parte del Festival Vaivén, que se llevará a cabo el 30 de abril en los Jardines de México, en Morelos.
La gran sorpresa es que tendrán dos fechas en solitario, una en Guadalajara y otra en la CDMX. A propósito de esto, platicamos con el bajista Georg Holm para que nos contara más sobre su regreso a México y su nuevo disco.
Celebraron los 20 años de su disco Ágætis byrjun lanzando una edición especial. ¿Cómo fue volver a visitar el álbum 20 años después?
Fue muy interesante por decir lo menos. Realmente no se siente como 20 años para nosotros. Pero mirando hacia atrás, todas las fotografías, grabaciones antiguas, ver y escucharnos hace tantos años fue divertido y aterrador al mismo tiempo. Realmente nos llevó atrás en el tiempo... literalmente. Todavía estamos encontrando algunas cosas de esa era. Tal vez veamos algo de eso lanzado algún día.
En 2020 lanzaron la grabación Odin's Raven Magic. Proyecto colaborativo basado en el poema Hrafnagaldr Óðins que grabaron en 2004.
Es una historia muy larga. En resumen, nuestro amigo Hilmar Örn Hilmarsson nos contó sobre este poema y quería ponerle música. El festival de arte de Reikiavik se acercó a nosotros para musicalizarlo y así nació la colaboración.
Escuché que Kjartan Sveinsson se reincorpora a la banda. Después de tanto tiempo, ¿cómo ha sido trabajar con él de nuevo? ¿Qué es lo que más disfrutas de tenerlo de vuelta?
Sí, es verdad. Es un placer trabajar con él. Es tan dedicado en su visión y un verdadero artista. Con toda honestidad, cuando empezamos a trabajar juntos de nuevo, se sentía como si nunca se hubiera ido. Se siente como una progresión muy natural en nuestra carrera.
Después de Kveikur de 2013, hicieron cosas más experimentales como Route One o Variations on Darkness. ¿Qué podemos esperar de su nuevo álbum?
Bueno, Route One fue un experimento con creación de música usando mucha inteligencia Artificial y algoritmos. No fue muy práctico para nosotros. Para Variations on Darkness fue el mismo. Allí usamos muchas canciones que no habían sido terminadas y otras en las que varia gente metió la mano para que cobraran vida. El nuevo álbum no tiene fecha de salida todavía, pero estamos muy interesados en lanzarlo tan pronto como podamos. Tampoco tiene un título… estamos trabajando en ello.
Las veces que te he visto tocar en vivo he terminado emocionalmente agotado. Sus shows pasan de la belleza a la oscuridad, de dulces melodías a bloques de distorsión. ¿Qué es lo que más disfrutas de tocar?
Realmente tratamos de poner todas nuestras emociones en cada show, bueno, al menos tanto como podamos. A todos nos encanta tocar en vivo, pero también es agotador para nosotros; es difícil estar lejos de casa y de nuestras familias por mucho tiempo, pero disfrutamos del privilegio de poder llevar nuestra música a algunos lugares increíbles.
¿Cómo ha sido tu experiencia tocando en México?
Cada vez que hemos tocado en México ha sido absolutamente increíble. El apoyo y entusiasmo de los fans es abrumador. Es realmente un honor y siempre es un placer tocar en México.
Regresan como parte del Festival Vaivén y con dos presentaciones individuales en la CDMX y Guadalajara. Hay un rumor de que tocarán canciones nuevas. ¿Qué podemos esperar de estos espectáculos? ¿Serán los mismos setlist?
Hasta el momento no hemos decidido la lista de canciones, pero el objetivo es tocar la mayor cantidad de música nueva como podamos. Obviamente, también habrá canciones más antiguas, pero esperamos que podamos tocarlas de una manera que no las han escuchado antes... o al menos pondremos nuestros corazones en los shows.
Sigur Rós se convirtió en una de las bandas legendarias del siglo XXI. ¿Cómo les gustaría ser recordados?
Bueno, alguien dijo una vez: “Es mejor ser recordado y que no te construyan una estatua que construyan una estatua que nadie recuerda”.