Hay siete billones de personas dispersas en el mundo. ¿Cuántas de ellas se han dispuesto a buscar sus orígenes para comprender nuestra actualidad? Este es el caso de René Pérez Joglar, mejor conocido como Residente y famoso por ser parte de Calle 13, quien quiso aterrizar sus raíces genéticas como tema de su primer disco como solista; lo que lo alentó a indagar en la música tribal, las tímidas notas de un piano en Francia y una leyenda china.
Una prueba de ADN llevó a René por cuatro continentes y 11 países que lo inspiraron para crear su álbum conceptual Residente, el primero como solista que presenta junto a un documental sobre este viaje por el mundo, en el que recolectó historias y sonidos. Platicamos con Residente sobre su experiencia.
¿Cómo nació la idea de hacer hacer un disco y un documental a partir de una prueba de ADN?
La prueba me la hice hace seis años. De hecho estaba en México cuando dejé la saliva y la mandé con un compañero de trabajo que también quería hacer un documental. Pasó un tiempo y no reviví ese proyecto. Pero cuando desarrollé el concepto para el nuevo disco se me ocurrió hacer música basándome en aquellas pruebas. Entonces se solidificó y se convirtió en el concepto principal.
¿Qué hay detrás de Residente?
En este disco todos los temas se conectan con el concepto de ADN, a nivel de historia y sonido. Escuchas un tema y a pesar de que es distinto a otro, poseen un mismo estilo musical. Esto no pasaba antes, eran estilos muy diferentes, pero esto es parte de una evolución en mi trabajo.
¿Tuviste algún choque de inspiración con tantos sonidos y mezclas?
No, al revés, una vez teniendo el concepto fue mucho más fácil hacer el álbum, todo lo demás fluyó. Antes hacía temas y los empataba, pero nunca conjuntaban un mismo concepto. Con este tenía el del ADN y pensé: "si tengo sangre de estas zonas buscaré qué hay en estas" y encontré guerras, así que pensé en hacer una canción sobre las guerras.
¿Te fue complicado bajar el concepto del documental?
Sí, porque a pesar de que tenía la prueba, no me gustaba la idea de ir a otros países y ya, pues parecía algo turístico. Era raro pensar que comparto mi ADN con la gente sin una razón sólida. En ese momento dije: "tengo que empatar esto con la música que voy a hacer ahora". Me tomó tiempo llegar ahí, estuve unos dos meses pensándolo, hasta que me decidí.
¿Durante el viaje te sentiste turista?
Nunca me sentí turista, siempre me trataron como un residente, por eso llamé así al proyecto. No fueron viajes cómodos a nivel turístico, de hecho eran bastante incómodos. A nivel físico, me quedé donde fuese y quizá también incómodos a nivel social. Viví momentos que dan miedo y momentos hermosos, había de todo.
¿Cómo fue la producción del documental en una experiencia de cineasta no profesional?
No fue fácil, fue muy complicado. No teníamos un equipo gigante, en algunos lugares filmábamos tres personas: una cámara, un film producer y yo. No era la gran producción de Hollywood. Yo grababa con un boom para exteriores. El nivel creativo fue el mismo, pero a nivel conceptual fue el primer proyecto que tuvo un concepto sólido que amarra todo el trabajo.
¿Y qué tal tu experiencia como director?
Inicialmente no lo iba a dirigir, iba a co-dirigir; nunca me interesó asumir ese rol o tener los créditos. Pero al final terminé dirigiéndolo y lo edité con una gran editora en Nueva York durante siete meses sin parar. Fue complicadísimo editar tantas horas de material, ¡imagínate, dos años de trabajo!
En la portada del disco vemos a una mujer con aires tribales y una interesante expresión facial, ¿quién es ella?
Es una muchacha de Liberia. Es modelo, pero no como las clásicas modelos. Me pareció interesante usar esa foto, con las cicatrices y las líneas pintadas en la cara y con una expresión que puede ser muchas cosas: que está naciendo, que está muriendo, que está en un trance brujo, que está molesta…mil cosas.
¿Te quedaste con ganas de añadir más canciones al disco?
En un principio sí, pero cada vez que lo escucho me encanta porque tiene la duración perfecta. Tengo muchas letras y digo muchas cosas, meterle más era demasiado. Me siento muy seguro con cada tema: cada uno es una pieza y cuenta mucho.
¿Cuál es el mensaje de Residente?
Es básico: además de que todos somos igual de distintos, que todos venimos de un mismo lugar. Es para romper con las barreras que hay en cuanto al racismo y demás; es ridículo que existan separaciones por raza.
¿Dirías que la diversidad cultural nos hace iguales?
Sí, somos igual de distintos, igual de diversos.