Entrevista con Nortec Collective

Nortec Collective es una de las agrupaciones nacionales más influyentes del mundo. Su aportación se fundamenta en la forma en que crearon una nueva propuesta basada en la deconstrucción de géneros como el norteño, la banda y la música electrónica.

Este sello característico les bastó para captar la atención de los organizadores de los festivales más grandes del mundo. Su música sonó en Alemania, Estados Unidos, Italia y, por supuesto, en varias ediciones del Vive Latino.

¿Qué significa el cierre de este ciclo?
Nortec creó un sonido que no existía, fue algo único. Cuando Ramón (Amezcua) y yo terminamos de grabar el último disco Motel baja, sentimos que después de 15 años, ya habíamos experimentado con muchas cosas. Con este disco estamos tan satisfechos que decidimos parar. Podríamos sacar más. Es más, ahorita podríamos componer, pero creemos en los ciclos y hay que cerrar el de Nortec. Este proyecto ya nos dio lo que buscábamos.

Abandonan un proyecto que puede presentarse por todo el mundo.
No podemos quedarnos toda la vida en un sonido que ya dio todo. En México se necesita innovar y no quedarse en una banda de la nostalgia. No queremos dar shows en los que vaya el papá con el sobrino en los hombros y yo tenga el pelo blanco.

¿Cuál es su percepción sobre las publicaciones respecto al fin de Nortec? La prensa dice "se separan, se acabó", pero la realidad no es esa. Ramón y yo seguimos juntos. Tenemos una gira muy larga de Motel baja, en Coachella, Vive Latino y más festivales grandes en Europa. Vienen un libro y un disco en vivo. Simplemente ya no vamos componer bajo el nombre de Nortec. Ahora estamos experimentando con otros sonidos y sacaremos álbum como Bostich y Fusible, pero sin el nombre de Nortec. Ahí están todos los discos pasados, quedaron muy bien como para aferrase a un nombre, como le pasa a muchas bandas que tienen una formulita: la desgastan y no se les ocurre nada más.

¿Meterías a Kraftwerk en esa categoría?
Totalmente. Debieron quedarse en el Tour The France. Lo nuevo ya no me gusta.

¿Cómo percibes el futuro del Vive Latino, ahora que tiene más headliners extranjeros que nacionales?
Hay bandas buenas, pero también hay muchas muy malas. Las que destacan no tienen mucha consistencia, es decir, hacen un tour y lanzan un disco, pero luego se dedican a otros proyectos y se separan. Quizá mañana surja alguna que nos sorprenda. Por ejemplo, no es lo mío ni la escucho, pero uno de esos casos es Carla Morrison. La conocí hace algunos años. Un día llegó a una fiesta con su teclado y nos preguntó si podía cantar. Cantó y ni disco tenía. Hoy, después de cuatro años le ha ido bastante bien. Es un ejemplo de algo que explota.