Clap Your Hands Say Yeah surge en 2004 y gracias a recomendaciones de distintos blogs digitales alcanzó la fama de manera casi instantánea. Dentro de sus fans más famosos se encuentran David Byrne vocalista de Talking Heads y de nuestro querido David Bowie, mismos que fueron vistos en varias fechas de CYHSY en 2005.
En febrero de 2017 lanzaron su quinto álbum: The Tourist sin duda es uno de los mejores discos en lo que va del año. A través de 10 canciones, Alec nos lleva en un viaje por la historia de la banda, permitiéndonos ver su crecimiento como músico y colaborador.
A propósito del show de CYHSY en la Semana IR!, que se llevará a cabo del 29 de agosto al 3 de septiembre, platicamos con Alec sobre su proceso creativo y su nuevo material.
Clap Your Hands Say Yeah es un proyecto que se percibe como la historia de David y Goliath, en la cual la banda logra ser popular fuera de las prácticas comunes de la industria. ¿Era éste tu objetivo?
Sucedió porque quería mantener el control. No está bien que una compañía enorme sugiera una visión artística, y es algo que ocurre todo el tiempo; hago música porque me gusta, no por alguien más. Cuando hicimos y lanzamos el primer álbum no estábamos afiliados a ninguna disquera y no parece ser algo que sea necesario. A fin de cuentas, a la gente le gustó el álbum por si solo, no porque alguien les estaba diciendo lo que tenían que opinar. Es importante mantener un proyecto limpio y permitir que la gente lo descubra por si solos, no que haya una disquera gastando muchísimo dinero para decirle a todos que es un buen proyecto. Lo mejor es ser honesto y hacer las cosas de manera limpia.
En 2009 se tomaron un descanso, ¿qué aprendiste de los proyectos que desarrollaste durante este tiempo?
Esa es una buena pregunta. En ese tiempo hice dos álbumes: el primero fue con artistas de sesión ya mayores, llevaban años grabando cosas en Nuevo Orleans. Fue muy interesante, conllevó un acercamiento muy distinto al que yo estaba acostumbrado. Aprendí a ser meticuloso y también a decidir si quería o no serlo. Eso me dio la habilidad de enfocarme en cosas que antes para mi no existían o no eran importantes. Después hice un álbum en Filadelfia, en un estudio que construí en un granero. Ese fue con personas de bandas como Doctor Dog, Walk Man y Man Man; simplemente traté de trabajar con gente nueva, encontrar ventajas y desventajas de esto y mejorar la forma en la que hago música. Siempre trabajé con otros músicos, pero para este álbum fue nuevo porque no conocía sus estilos particulares. Lo que me llevé a CYHSY fue como enfocarme en ciertos elementos de una composición de forma mucho más meticulosa, me volví mucho más cuidadoso a la hora de componer. Ahora controlo la canción y no dejo que ella me controle a mi. Claro que es tan bueno como malo, con la popularidad de mi primer álbum me di cuenta de que el público disfruta de lo simple, pero si no te vas a poner retos y no creces como músico entonces no tiene punto ser músico.
¿Cómo cambia tu música al trabajar con colaboradores?
Realmente nunca he colaborado con alguien de forma completa. Normalmente imagino como quiero que sea un disco o una canción y trato de colocar a las personas que creo que me ayudarán a llegar a ese punto. Sería muy interesante colaborar de verdad, tal vez darle la oportunidad a alguien de componer toda la música y que yo solo cante. Seguramente eso me ayudaría a enfocarme todavía más en solamente una característica y resultaría en algo interesante.
¿Por qué mantienes CYHSY y tu proyecto como solista separados?
No me gusta la idea de estar atado solamente a una banda. Clap Your Hands Say Yeah empezó porque encontré a gente que me ayudó a ejecutar canciones que ya tenía y que quería poner en un disco, pero nunca pensé en tener una banda. Al final se convirtió en un proyecto mucho más serio y en ocasiones me siento un poco encarcelado dentro de lo que debe ser el proyecto. Amo a los músicos que me ayudan, pero tampoco quiero tocar con las mismas personas toda mi vida. Por eso empecé a tocar con otras y ahora, los músicos que se suman al proyecto tienen una sensación de frescura y lo que surge es increíble. Hay muchas bandas que parecen estar contentos con hacer el mismo disco una y otra vez, no entiendo eso.
Tus producciones son muy meticulosas en términos de la voz, ¿cómo surgen estos experimentos?
Tiene mucho que ver con lo que cabe en una canción y en un álbum. Para el primer disco mi voz está muy limpia, tiene muy poca reverberación. Hay algunas partes multitrack, como en “In This Home On Ice” que usé para puntualizar algunos sentimientos que quería expresar. El disco que grabé en Nuevo Orleans tiene vocales muy limpias y fuertes, así es el estilo allá. Ahora estoy con Dave Fridmann, que ha trabajado con los Flaming Lips, Tame Impala y MGMT. Ni yo, ni Dave tenemos miedo de experimentar, por lo que siempre nos ponemos retos, tratamos de hacer cosas nuevas. Tampoco se trata de hacer algo muy raro en una canción y en la siguiente hacer algo completamente opuesto, creo que los álbumes deben tener coherencia, pero un poco de experimentación nunca está de más.
A mi parecer, tu nuevo álbum The Tourist tiene menos experimentos y más coherencia. Las canciones parecen haberse pensado mucho. Cuéntame de tus objetivos al hacer este disco, ¿creíste importante hacer un LP que resumiera la trayectoria de CYHSY?
Sí, se a qué te refieres, tanto Some Loud Thunder como Flashy Python fueron proyectos mucho más experimentales. The Tourist simplemente fue el álbum que tenía en mi mente en esos momentos. Quería adentrarme un poco más en el sonido de la guitarra acústica, eso sí. En Some Loud Thunder, a pesar de que me gusta mucho, tuvimos que hacer muchas cosas para cubrir el hecho de que el material no estaba al cien. Las canciones del disco nuevo hablan por si solas, independientemente de si le quitas toda la producción te quedas con canciones raras pero que dicen mucho. Quería experimentar, pero poquito. Hay un álbum de Wilco que se llama Yankee Hotel Foxtrot que es excelente. Mucha gente dice que es su álbum más experimental, pero yo creo que es un balance entre eso y la composición. Ese es mi objetivo a la hora de hacer música porque a fin de cuentas experimentar y crear un ambiente no es difícil para mi, tiene que haber un balance.
El Foro Indie Rocks! es un foro pequeño e íntimo, ¿qué es lo que más te emociona de tocar en un lugar así, a diferencia de un festival enorme?
Siempre he preferido los conciertos pequeños. Los shows grandes se disfrutan mucho pero son muy impersonales y la gente que va a los shows pequeños conoce mucho más a la banda y la energía es mucho mayor. Me encanta tocar en México, el último show en el Plaza Condesa estuvo increíble, y ahora podré hacer un show muchísimo más personalizado.