Vale la pena ver cuán lejos ha llegado el sexteto de Montreal desde su brillante álbum debut, Funeral. Surgieron en 2004, luciendo y sonando como una tribu de gitanos capaz de sumergir al mundo en una tremenda melancolía. Influenciados por sus viajes a Haití (de donde son originarios los padres de Chassagne), han logrado combinar una paleta de ritmos exóticos con la nostalgia del disco y el glam rock en su nuevo disco, Reflektor.
Platicamos con Win Butler sobre este material y sus futuros proyectos.
¿Cuál fue la idea con el disco?
Queríamos traducir el espíritu de algo que experimentamos en un carnaval de Haití, de manera que la gente en casa pudiera entenderlo. Fue la primera vez que disfruté bailar en una gran multitud.
¿Eres un buen bailarín?
No creo que eso importe, el punto es sentirte provocado por la música. No soy alguien que pueda bailar una canción que no me gusta. En la preparatoria, si sonaba New Order, Depeche Mode o cualquier cosa que me gustara, me lanzaba a la pista, pero la idea de bailar música house es algo que nunca podría hacer, el éxtasis probablemente ayuda pero es algo de lo que no podría ser parte.
¿Por qué no?
Nunca he tenido la necesidad. Prefiero ser movido por algo grande en vez de usar drogas terribles que parecen ser geniales. Hay una gran diferencia entre ir a Ibiza y ver a gente drogarse para intentar ligar entre sí, que estar en Haití donde ves a un hombre tocar el tambor, los niños salen, bailan hasta las tres de la mañana y después se meten al mar.
El productor James Murphy está realmente inspirado por la escena disco neoyorkina de los 70, ¿se te ha pegado algo de eso?
Sí, pero Montreal en los 70 también era un lugar fuerte para el disco, sin duda David Bowie y Grace Jones habrían salido a flote. Había un club en Montreal llamado Lime Light, la gente solía formarse alrededor de la cuadra esperando entrar, era inspirador.
¿Qué hay del movimiento en contra del disco? ¿Por qué la gente lo odió tanto en los 70 y 80?
Creo que el disco era este movimiento contracultural gay. Hay una canción en nuestro nuevo disco llamada "We Exist", que es sobre un chico gay hablándole a su padre. En las culturas dominantes hay una tendencia a diferenciar aquello que supuestamente es normal, de lo que no. Es una de las actitudes más oscuras de la humanidad, pensar que todo mundo debería encajar en un molde. Me clavé mucho en esta música disco hecha por inmigrantes africanos en el Bronx durante los 70, pero después disfruté escuchar a Black Flag y Fugazi. Es emocionante intentar crear un sonido con todas estas influencias.
¿Qué has aprendido del mundo recientemente?
Una de las cosas más poderosas que he visto en la vida fue en Haití. Después del terremoto, no había electricidad y todo estaba en completa oscuridad. Había personas en las calles caminando con todas sus pertenencias y mujeres alegres que cantaban y agradecían estar vivas. Sigo aprendiendo mucho de Haití y su gente, acerca de lo agradecidos que debemos estar con lo que tenemos.
Arcade Fire se presentará dentro del marco del festival Vive Latino 2014
Traducción: Gabriela Alexis Tobanche