Después de completar el trabajo en su álbum debut de 2006, Time Without Consequence, Alexi Murdoch dejó Los Ángeles –a donde se había mudado después de la universidad– y se dirigió a Escocia, donde había pasado gran parte de su juventud. Murdoch y su novia manejaron sin un rumbo en busca de un lugar tranquilo para vivir. Encontraron una casa pequeña junto al mar frente a las islas Hébridas, a siete kilómetros de la aldea más cercana y con nada más que el agua entre ellos y Canadá. Cuando se mudaron, Murdoch adquirió un velero de madera que usa durante varios días para estar solo en el mar.
"Es bastante sombrío allí. En el invierno, si está nublado –que es la mayoría de las veces– literalmente no se recibe la luz hasta las diez de la mañana. A las cuatro es de noche. No hay celulares. Nadie puede ponerse en contacto conmigo. Cuando estoy allí por un tiempo, empiezo a preguntarme si todavía soy un músico".
Fue durante uno de esos periodos de soledad que Murdoch, quien utiliza a Nueva York como su gancho con la civilización, escribió todas las canciones de su disco Towards the Sun.
"Sé que está de moda hablar de cómo te sentabas en una montaña o en una cabaña a escribir canciones, ¡pero eso es lo que pasó! Mi novia no estaba y estuve solo durante cuatro meses en el invierno. Todo este material se había filtrando y lo escribí muy rápidamente".
En la gira, Murdoch reservó un estudio y grabó las canciones en una sola noche. "Unos seis meses más tarde, escuché las cintas. Me sorprendí al descubrir que aunque no eran exactamente de alta fidelidad, innegablemente tenían algo".
El primer álbum de Murdoch fue producido durante dos años de trabajo duro en Los Ángeles; por otro lado, con sonidos sobrepuestos de instrumentos de viento y piano, Towards the Sun estaba listo la noche que empezó. En un reproche a la ética protestante del trabajo, el álbum es el esfuerzo más grande. Cualquier dejo de rock suave se ha borrado y suplantado con un minimalismo confiado. Canciones que despliegan en un arrastre de ensueño, sin complicaciones.
Murdoch nació en Londres y se crió en Grecia, Francia y Escocia. Tiene un sorprendente parecido a James Franco y su vida parece una serie de accidentes encantadores. Después de salir de la escuela secundaria antes de tiempo, se inscribió en Duke porque asumió erróneamente que la escuela estaba cerca de Black Mountains, Carolina del Norte. Su carrera despegó antes de que supiera que había comenzado: A principios de los dos mil, después de ver a Murdoch tocar en un club, el pez gordo de la radio Nic Harcourt le pidió un CD. El fin de semana, Murdoch grabó algunas canciones para él y en cosa de días tuvo solicitudes para usarlas en televisión.
En épocas anteriores, los músicos eran habitualmente requeridos para anuncios publicitarios. Proféticamente, Murdoch tomó el camino opuesto y sus discos de autoliberación lo llevaron a la concesión de licencias para programas de televisión, como The OC, Garden State en el cine y un anuncio publicitario de automóviles, eso con una sola canción, la sensible Orange Sky. Su música también dominó la banda sonora de la comedia Away We Go.
"Vivimos en una era de comercio. La gente puede decir 'voy a permitir que mi música se utilice en una película, pero no para vender un coche'. Bueno, lo siento, al final del día, si tu música está en una película, te garantizo que hay una colocación de productos en la misma. Entonces tú estás vendiendo coches. Estás vendiendo una ideología que trata de consumo".
Es difícil imaginar el nuevo trabajo de Murdoch, con su hermosa calma zen, como sacrificio comercial. Por otra parte, es francamente cómico imaginar al cantante dirigiendo su velero por las turbias aguas de Escocia, mientras su canciones se escuchan eventualmente en Gossip Girl.
"Esta música viene de un lugar muy aislado", dice el hombre que da serenatas para One Tree Hill, Scrubs y marcas de autos.