Pedropiedra presentó su cuarto disco Ocho, en el que mezcla la cumbia andina y el rock pop con letras sobre la melancolía del invierno y el querer ser otra persona. Como parte de su tour, el cantante chileno visita la CDMX junto a los venezolanos de Okills el próximo 14 de junio en SALA Corona.
Platicamos con Pedro sobre su disco, sus bandas favoritas, su influencias y Ocho, su nuevo disco.
¿Qué cambios experimentó Pedropiedra desde su álbum homónimo hasta Ocho?
Mi debut fue muy convencional y directo. Súper crudo, emocionalmente y sonoramente muy acústico. Poco a poco he mejorado en las letras, todavía hablan de lo mismo, pero desde un punto de vista más poético. Es como tratar de expresar con poesía los mismos sentimientos que al final son cosas simples y reales que nos pasan.
¿Cómo describirías el sonido de Ocho?
Suena a rock latino de los ochenta tipo Charly García, Soda Stereo y Los Prisioneros. También hay algo de música latinoamericana en la instrumentación como charanga y flautas andinas. Lo siento más latino que los anteriores.
“Rayito/Olita” tiene un ritmo cumbiero. Bandas como Café Tacvba y Mon Laferte han experimentado con este género ¿a qué crees que se deba esto?
Es un género, de los ritmos latinos bailables, el más fácil de tocar y de bailar. Por eso es muy común que todos se echen una cumbiecita, pero también habla de un ritmo que nos pertenece. Todos la comprenden, la bailar y la sienten propia.
En un principio, el disco tenía más canciones, ¿algún día conoceremos el resto?
Todos los músicos eligen las canciones a partir de un universo. Por ejemplo, en mi primer disco tenía 20 canciones de las cuales sólo entraron 13. Las rolas que no quedan las guardo y a veces las toco, se quedan en borrador, como ensayo y error de algo. La ideal para este disco fue juzgar por la calidad y no meter canciones de relleno para hacer un disco más largo. Por otro lado, Ocho se pensó como un vinil de dos caras, por qué antes los discos tenían de ocho a 10 canciones
Siempre hay una historia detrás de cada trabajo, ¿qué hay detrás de este LP?
“Era su vida” y “Loco” están inspiradas en la paternidad. Algunas hablan sobre la vida en la ciudad, las ganas de ser otra persona, de como nos estamos incomunicando hoy en día, la angustia del invierno. Son temas súper vagos. Veo más a las canciones como colores, que como palabras.
¿Qué colores serían?
Sería gris, marrón, violeta y anaranjado.
En “La Balada de J. González” suenan instrumentos andinos junto a una versión dance tipo New Order. ¿Cuáles son tus influencias musicales?
Soy un Beatlemaniaco. Mientras mis amigos escuchaban a Nirvana, yo escuchaba rock de los sesenta. Además de Michael Jackson y Soda Stereo, Los Prisioneros por la astucia de Jorge González para cantar temas tan peliagudos. Ellos fueron totalmente genuinos representantes del pueblo chileno.
Por cierto, Jorge González reconoció tu talento, ¿hay algún artista contemporáneo a quien admires?
¡Muchísimos! Acá en Chile hay muchos. Admiro mucho a Gepe, Ases falsos; de México, soy fan de Café Tacvba, Natalia Lafourcade, de Juan Gabriel que es un gran ídolo, que es muy querido en Chile.
Visitaste la CDMX en noviembre pasado y ahora regresas junto a los venezolanos de Okills. ¿Qué veremos de nuevo?
Voy con un formato distinto. En esta ocasión tocaré sólo con dos músicos: Jorge de la Selva y Federico Dannemann. Con ellos tres armamos un power trío que suena interesante. Nos cambiamos de instrumentos, hacemos algunos temas con secuencias, toco algunos temas yo solo. Será un show distinto al que vimos en el Lunario porque presentaré canciones nuevas.
¿Qué planes a futuro hay para Pedropiedra?
Quiero grabar un EP de cinco canciones este año. Me gustaría grabarlo en la Ciudad de México con el fin de que agarre más fuerza.