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[title]Crystal Castles regresa con Amnesty (I), el cuarto álbum en su carrera y el primero sin Alice Glass, quien en octubre de 2014 anunció su salida de la banda. En su lugar entró Edith Frances.
La esencia de las canciones es la misma que se escuchaba con Glass en los discos anteriores: sintetizadores y una voz, ahora de Edith, suave y cavernosa, la cual no se entiende.
Amnesty (I) abre con "Femmer" que posee un beat rapido, que a la mitad de la canción disminuye para dar dar una pausa. "Fleece" comienza con un beat saturado, pero con un ritmo bailable. A penas se puede distinguir algunas frases como:"I love your, I love your ambiguity".
"Char" baja un poco el ritmo y nos recuerda a III. De repente entra "Enth" con un ritmo masacrante mientras Frances recita enojada: "I hear your call to me, I'm gonna turn away cause it was your fault". Tal vez uno de los mejores tracks del disco.
El cuarto lp de la banda cuenta con sonidos lúgubres que nos recuerdan a una película de terror. Un claro ejemplo es “Concrete” con frases como: “crawling for the grave, for nothing is concrete”.
Oscuro, triste y tétrico son algunas palabras que definen Amnesty (I), y es que lo sombrío no sólo se refleja en letras como la de “Concrete”, sino también en sonidos que crean una atmósfera de miedo, como sucede en “Chloroform” con una voz que parece más un susurro y unos ruidos ocasionales que fungen como gritos ahogados. Si cierras los ojos, tal vez puedas sentir ese efecto.
¿Qué decir de “Teach Her How To Hunt”? Track instrumental en el que se siente como si estuvieras en medio del bosque y escucharas animales y/o una brisa muy fuerte. De miedo.
“Their Kindness Is Charade” es quizás la canción más tranquila −dentro de lo que cabe−, pues la música, durante los casi cuatro minutos, llega a ser repetitiva y no se siente esa sensación oscura.
Con este álbum, Crystal Castles confirma su regreso. Ethan Kath a cargo de los sonidos y Edith Frances apropiándose a su manera de esta nueva etapa de la banda, resulta una buena combinación que vale la pena escuchar.
