La primera vez que vi el video de Runaway Train de Soul Asylum en MTV me quedé helado. No solo porque la canción era desgarradora, sino porque el video hacía algo poco común en la televisión de aquella época: usar la plataforma para una causa social. Ver las caras de niños desaparecidos mientras sonaba un track sobre pérdida y esperanza me marcó. Desde entonces, nunca he podido sacarlo de mi cabeza.
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Y como “Runaway Train”, toda la discografía de Soul Asylum tiene ese hilo emocional que sacude, acompaña y, de alguna manera, resuena con tu propia historia. Su nuevo disco, Slowly But Shirley (2024), no es la excepción. Antes de su show en el Foro Puebla este 1 de marzo, hablamos con David Pirner —vocalista de la banda— sobre su legado, su proceso creativo y la energía que los sigue moviendo después de más de 40 años.
Antes que nada, ¿cómo has logrado construir un legado de más de cuatro décadas? ¿Cómo ha sido mantener a Soul Asylum durante tantos años y a través de los altibajos de la vida?
De cualquier manera que quieras verlo, es como un laberinto: llegas a un callejón sin salida y tienes que dar la vuelta. Ha sido un proceso de navegación constante para mantener esto en marcha. Pero siempre ha estado en mi naturaleza no rendirme ni darme por vencido. Con el tiempo, la banda ha mejorado porque quienes no estaban lo suficientemente comprometidos quedaron en el camino. Más que compromiso, diría que se trata de encontrar a los compañeros de viaje adecuados, a las personas con las que realmente quieres pasar el tiempo. Al final del día, compartimos espacios muy reducidos: autobuses, camerinos pequeños, así que es fundamental llevarse bien.
También hay que mantener un buen sentido del humor, saber reírse de las cosas. Puedes ser cínico y sarcástico, pero sin exagerar. Al final, esto es lo que quiero hacer. Era mi sueño desde niño. Hay muchas cosas de las que podría quejarme, pero la verdad es que me siento afortunado de poder vivir de esto.
Al final, esto es lo que quiero hacer. Era mi sueño desde niño.
Volviste a trabajar con Steve Jordan, quien colaboró contigo en And The Horse They Rode In On (1990). De hecho, algunas canciones de tu nuevo álbum, como "The Only Thing I'm Missing" y "High Road", tienen esa esencia desenfadada del punk de los 90. Me recuerdan, por ejemplo, a "Spinnin'". ¿Para ti también fue como volver a tus raíces?
Creo que la naturaleza cruda de The Horse They Rode In On fue algo que disfruté mucho al momento de grabarlo, porque Steve Jordan tiene una visión desde el punto de vista del músico. Entiende perfectamente cómo funciona una banda. La primera vez que trabajamos juntos aprendí mucho de él. Treinta años después, con todo lo que hemos vivido y explorado musicalmente, regresar al estudio con Steve se sintió natural, fluido, orgánico y real.
Si esa es la energía que se refleja en estos discos, no me sorprende. A lo largo del tiempo, muchas personas me han dicho que The Horse They Rode In On es su disco favorito. Y creo que es porque tiene una esencia muy en vivo, con muy pocas sobregrabaciones o efectos especiales. Es capturar el momento, lo que algunos llaman "atrapar un rayo en una botella". Suena a cliché, pero Steve es realmente bueno en eso: lograr una gran toma antes de que empieces a sobrepensar las cosas. Sabía lo que Steve esperaba de mí, y me propuse dárselo. Espero haberlo logrado.
En particular, sobre "High Road", sé que te tomó muchos años terminarla. ¿Por qué? ¿Qué era lo que no te terminaba de convencer?
No tenía un coro y cuando finalmente lo compuse, no estaba seguro de si encajaba. Ryan Smith, el guitarrista de Soul Asylum, vino a mi casa y le toqué la canción junto con la nueva parte, el coro. Le pregunté si ambos elementos funcionaban juntos y me dijo: "Dave, sí, funcionan". Y así fue como finalmente logré terminar una canción en la que había trabajado durante mucho tiempo y que ahora, por fin, tenía sentido.
No sabía exactamente qué buscaba, pero el proceso de unir las piezas fue muy interesante. Era simplemente tratar de descubrir qué quería lograr realmente.
Sobre Shirley Muldowney, ¿por qué decidiste rendirle homenaje o referenciarla en la portada del disco? ¿Qué elementos de este álbum te remontan a las carreras de arrancones? ¿Cuál es la conexión?
Cuando era niño, en tercer grado o algo así, coleccionaba unas tarjetas como las de béisbol, pero con imágenes de autos de carreras de arrancones —dragsters—. Me fascinaba el diseño de los autos; parecían cohetes sobre ruedas. Me parecía algo completamente loco.
Hace poco descubrí que las carreras de arrancones son una cuestión muy estadounidense. Recientemente hicimos una gira por Europa y la gente nos decía: "Aquí no tenemos eso". Shirley Muldowney apareció en mi vida cuando era niño y, aunque nunca lo había expresado así, me enamoré de su valentía. Su capacidad de entrar en un mundo dominado por hombres y ganar me pareció inspiradora. Ha sido muy generosa al permitirnos usar su imagen. De hecho, nos envió la foto para la contraportada porque teníamos una, pero ella nos dijo: "Tengo mejores fotos que esa". Ha sido maravillosa. Espero conocerla algún día; todavía participa en eventos. Es una verdadera heroína para mí, y eso es lo que quise transmitir.
Volviendo un poco a los 90. Todos conocemos la historia del video de "Runaway Train" y los niños desaparecidos. No quiero preguntarte sobre eso otra vez. Más bien, quiero saber cómo te sientes respecto a la evolución de la industria musical. Uno de los momentos más importantes de la banda ocurrió en una época en la que los videos musicales y MTV eran clave. Ahora todo es distinto. ¿Ya te adaptaste a la era del streaming?
No estoy seguro. El video fue dirigido por Tony Kaye y fue idea suya. Me enamoré del concepto de inmediato porque convertía una simple herramienta promocional en un mensaje de servicio público. Fue antes de que se hablara de "trata de personas" o existieran alertas Amber. Aprendí mucho de eso y sigo en contacto con Tony. De hecho, hace poco intercambiamos mensajes. He conocido a sus hijas, que también se dedican al cine, y me parece algo asombroso.
La industria ha cambiado y no sé cómo encajar en ella, pero de alguna manera se regula sola. Antes se invertía mucho dinero en videos musicales, y aún se hace, pero ahora puedes ver cualquier cosa en Internet. Lo que más me gusta es la posibilidad de ver presentaciones en vivo, que es distinto a un video musical.
En general, la industria sigue evolucionando, aunque a veces parezca que cuida más de sí misma que de los artistas. Aun así, agradezco todos los días poder vivir de la música.

Por último, sobre tu relación con México. ¿Has estado aquí antes? ¿Cómo te sientes respecto a tu próximo show en Foro Puebla?
Estoy muy emocionado. Tocamos en un festival grande hace poco y tuvimos un día para recorrer la ciudad. Me pareció un lugar fascinante. Esta vez es distinto, porque es un show de Soul Asylum, así que espero que a la gente le guste.