Que la zona no te asuste, se trata de uno de los espacios más alternativos e interesantes de esta metrópoli.
Luego de casi una década de trabajar como asociación civil projuvenil, en 1997 transforman el otrora famoso Cine Francisco Villa en algo mucho más revolucionario: el Circo Volador.
Aquí, conciertos de bandas que empieza a ser muy famosas y otras más de "nicho", que sólo conocen sus más fervientes admiradores y que seguramente jamás escucharás en la radio.
Además, ofrecen talleres de artes marciales, música, arte circense, cartonería y alebrijes, danza aérea, pintura y dibujo, diseño gráfico, encuadernación, escultura y serigrafía.