C. Tangana está en la cima. Es uno de los artistas más relevantes del momento, sus videos baten récords de visitas, sus sencillos resuenan en todos lados y los medios aman la polémica que genera cada vez que lanza un tema, pero ¿C.Tangana es un ídolo?
Antón Álvarez es el hombre detrás de C. Tangana. Nació en Vigo, España, tiene 27 años y ha declarado que va tarde en la vida para lograr lo que quiere. Su ambición y arrogancia no tienen límites, su versatilidad, tampoco.
Desde sus inicios bajo el seudónimo “Crema”, Álvarez se encargó de evitar a toda costa el estancamiento y esa es, probablemente, su mayor cualidad. Su propuesta rebasa los límites de cualquier género o formato establecido. Lo mismo crea temas con bases latinas, como sonidos más arriesgados y apegados al trap. No sigue ninguna fórmula, las rompe.
2017 fue, sin duda, el año que marcó la carrera de C. Tangana. No sólo colocó un par de temas en las listas de popularidad, también firmó contrato con una disquera internacional y fue el primer artista español en lanzar un disco exclusivamente digital: Ídolo. Con este material, llegó una gira internacional que lo traerá de regreso a la Ciudad de México. Previo a su show, hablamos con Antón Álvarez sobre ser el número uno, saborear la victoria y percibir la amargura de morder el oro.
En Ídolo hablas mucho del éxito y cómo lograste tu sueño de vivir de hacer música, pero, por momentos, también reluce un lado oscuro detrás de toda la gloria. ¿Qué conlleva convertirse en un ídolo?
Todo es parte del espectáculo. Vengo de hacer música tranquilamente en mi casa y ahora tengo las herramientas del mainstream. Además, en España han ocurrido cosas muy interesantes alrededor de la música urbana y ahora sonamos en todos lados. Obviamente todo esto tiene una parte buena en la que te sientes muy agusto con lo que ha pasado y de cómo has trabajado, pero sí, también hay una parte negativa.
Foto: Time Out Barcelona
Una de las cosas que conlleva convertirse en un ídolo es estar expuesto al ojo público de forma permanente. ¿Cómo manejas esto?
Teniendo claro lo que es mi vida y lo que es mi trabajo. Aunque esté en constante exposición, no salgo en videos cualquiera. Todo lo que sale en mis redes sociales se trata de una imagen que yo construyo. También es importante entender que cada aparición pública significa una oportunidad para mí, como artista. Si voy a recoger un premio, trato de concentrarme y elegir cómo me voy a mostrar: como una persona normal, o como un artista. Si hacemos entrevista, pues también pienso con qué medio estoy hablando y qué puedo decir. Al final no me pesa tanto la exposición, me parece que estoy desarrollándome y construyendo sobre mi imagen. Uso la creatividad para trabajar.
La presión por lo que viene, lo que estás haciendo y lo que harás debe ser fuerte. ¿Te motiva?
Sí, tengo la suerte de que mi perfil artístico no es el de una persona que sólo haya sacado un tema y que únicamente ese tema haya sido un éxito. Tengo muchos temas y muchos registros por lo que no siempre tengo que estar en boca de todo el mundo ni sonando en todos los sitios. Me puedo permitir libertad creativa y hacer temas que sean más pequeños para la gente a la que le interesa más la música y no siempre estar en el lado mainstream del mercado. Entonces, en realidad no es que sienta una presión especial por estar sacando cosas nuevas, sino que me dedico a hacer la música que me gusta.
¿Consideras que hay más cosas buenas o más cosas malas relacionadas con el éxito?
Hay una idea de éxito que nos ha vendido el capitalismo que se trata de ganar mucho dinero y ser una persona deseada, ¿no? Entonces tienes que estar bueno y tener pasta. Creo que eso al final no es el éxito, sino que éste depende de los objetivos que uno se marque. Si tu plan es tener una familia, llevar una vida tranquila y disfrutar de ellos, pues probablemente no ganes tanto dinero como una persona que no tenga familia. Todo depende de lo que quieras. Creo que en general el éxito tiene muchas cosas buenas, pero hay que saber cuál es el éxito de cada uno y no dejar que nadie más te diga lo que es o debes ser.
Foto: Time Out Madrid
Tú, ¿cómo defines el éxito?
Mi éxito es tener más poder de producir. Tengo una creatividad que, cada vez me exige hacer cosas más grandes, ¿sabes? Quiero trabajar con más productores, viajar más para conocer más influencias y quiero que en mis conciertos ocurran cosas nuevas. Para eso necesito inversionistas o ganar dinero y al final mi lucha es esa: conseguir dinero para llevar mi creatividad más lejos.
En tus letras se lee una ambición desmedida. ¿Hasta dónde quieres llegar con tu música?
En estos dos últimos años me he mantenido en el punto que siempre he querido. Soy ambicioso, no tengo un límite, no creo en límites. Mis objetivos son a medio plazo. Los voy cumpliendo constantemente. Aunque yo ya me siento afortunado, simplemente con no tener que ir a trabajar todos los días y poder tomarme el tiempo de pensar qué es lo que quiero hacer con mi vida, tomar mis propias decisiones y vivir de mi creatividad, eso para mí ya es estar en la cima.
Lo que más me gusta de Ídolo es la lucha que presentas entre lo bueno y lo malo, el éxito y la presión. Me gusta que un disco así esté en el mainstream. ¿Siempre lo imaginaste así?
No, la verdad es que creo que el disco tiene dos momentos muy importantes: “Mala Mujer” y “De Pie” que creo que son los que más éxito comercial han tenido. También tiene cosas interesantes para la música urbana como “Caballo Ganador”, que también tiene una propuesta visual muy potente. O “Demasiado Tarde”, que habla de cosas que normalmente escuchamos en inglés, pero en castellano, no. Creo que ha sido una suerte poder juntarlo todo, bajo el mismo proyecto y que éste incluya temas para la pista de baile y hacerlo también de forma independiente.
¿Crees que la forma en la que manejas tu carrera está sirviendo de parámetro?
Sí, creo que sobre todo en España hemos hecho un cambio muy importante. Creo que esto va a servir para que otros artistas tengan la posibilidad de llevar la música urbana un pasito más para allá y poder dedicarse a esto. Creo que cada vez hay más oportunidades y sí, creo que yo estoy influyendo un poco en ese sentido.