Con la llegada del año nuevo nos interesa renovarnos y darle un aire de frescura a nuestra vida a través de cosas tan sencillas como conocer nuevos proyectos musicales para actualizar nuestros playlist, y qué mejor que prestar atención a las bandas nacionales.
Este año escogimos proyectos que se volverán tus nuevos favoritos en un instante; van desde electrónica experimental, hasta punk ancestral que nos hace sentir orgullosos de ser mexicanos. Aquí los proyectos que van a dar de qué hablar los siguientes meses.
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Mientras unos moríamos de ansiedad por el encierro mundial, otros canalizaron sus energías a caminos más creativos. Uno de ellos fue Larry Desentis de la banda defeña The Risin Sun, que con lo que tuvo a la mano creó Desentis, su primer disco como solista que escribió, tocó y produjo él mismo.
Dejando atrás la energía de su banda, el disco homónimo de Larry posee la misma esencia setentera, pero aquí transita caminos más apegados al folk, la psicodelia y el blues.
El proyecto de Paulina Olea tiene varios años separando nuestra alma del cuerpo a través de su electrónica experimental, y es que su etérea voz se entreteje con los beats, creando texturas con las que es imposible no entrar en transe.
En 2020 fuer parte del cartel de la 17 edición de MUTEK.MX y presentó su material 0101, que describe perfectamente como “Dentro de mi cabeza, un millón de universos anhelantes están furiosos por ser escuchados”.
Esta banda de Ciudad Nezahualcóyotl se ha convertido en toda una sensación en México. Formada por cinco hermanos, Los Cogelones rescatan elementos de la cultura Mexica y los trae de vuelta a través de punk, el rock experimental y riff masacrantes que sacrifican a nuestros oídos al dios azteca del rock —si existiera.
Denominan su trabajo como Rock Mexica Experimental, con gran influencia de los ritmos psicodélicos de los setenta. En 2020 debutaron oficialmente con Hijos del Sol, disco en el que muestran sus mejores cartas. Sin duda, una de las mejores bandas que México ha engendrado.
Después de estudiar composición, Dave Kika se dedicó a producir música de géneros más apegados al pop y urbano, pero después de ir al Festival Hipnosis y darse cuenta del fan base de música alternativa que hay en México, decidió presentar Pepe Pecas, un proyecto con todo el espíritu DIY (por ahí dicen que grabó algunas canciones con su celular).
Ya sea como el triste Pierrot cantando desde Chapultepec o tocando con solo una guitarra entre los tendederos de una azotea de la ciudad, Pepe no solo atrapa con sus piezas, también con sus vestuarios y maquillaje, creando uno de los proyectos más interesantes de la Ciudad de México.
Prepárate para el emo urbano postkawaii de Blnko, un joven de 22 años que desde Guadalajara viene a hacernos perrear en la pista de baile mientras se nos corre el rímel de tantas lágrimas.
Aquí escucharás rimas de corazones rotos y amores futuros que te darán para abajo, pero en lugar de tirarte en la cama, perrearás hasta el infierno. Este vampiro tapatío no tiene miedo de mezclar géneros y crear piezas tristes, pero bailables.
Otra banda de la de la Ciudad de México que nos enamoró con su caótico debut, Genesis, que podríamos describir como si todos los asistentes del clásico América- Chivas, en el Estadio Azteca, estuviera en ajos.
Sus piezas de rock experimental —que muchas veces no sabes qué rumbo van a tomar—, van de la electrónica al indie rock, que al igual que su nombre, es un pastiche de cosas que no entendemos, pero amamos. La banda perfecta para los aficionados del fútbol y las drogas.
El Colectivo Latino de Unificación Sincrética Tropical y de Experimentación Radical está conformado por Ketzal, Melina, Malembe, Rubzero y Lubluenoc. Trabajando desde la Ciudad de México, “conjuga el imaginario colectivo musical latinoamericano y las dinámicas modernas de composición” explican en su fanpage.
Su debut Exhúmame en Tezonco (2020) es su carta de presentación y está inspirada en la leyenda de Julián José, que relata como una noche su papá se comunicó con él a través de la televisión que le heredó para que exhume su cuerpo. Esta historia está musicalizada con ritmos tropicales y bastantes toneladas de rock.
Desde Hermosillo, Sonora llega Yan Bili, uno de los proyectos experimentales más interesantes que ha dado México en mucho tiempo. Yan es un meme que nos enseña lo horrendo que es existir, a través de sus rolas que muchas veces parecen podcast musicalizados con noise, disfrutamos de la genialidad y creatividad de Yan.
Lo que más nos gusta es su sentido del humor, que muchas veces adehesa con grandes cantidades de realidad, llevándonos de la risa al llanto y del llanto a la risa en un segundo. Ha editado varios trabajos desde 2019, siendo Música de peda Nanunaki (2020) su última entrega.
A pesar de comenzar con este proyecto en 2015, Sebastián Neyra ganó fama cuando se convirtió en el bajista de Mind Field, la banda de Tijuana que solo se ha dedicado a poner el nombre de México en alto.
Con un gran espíritu lo-fi y con mucha música psicodelia setentera, Sebastián nos lleva por caminos coloridos con gran carga de guitarras distorsionadas, riffs de guitarras que parecen contar historias, que nos recuerda los inicios de Tame Impala. En 2020 presentó su disco, Si tan solo supiera por qué estoy aquí.
Desde Chihuahua para todo México, Carlos Bergen Dyck presenta este proyecto que tiene uno de los nombres más hermosos de nuestros tiempos. Perritos Genéricos relata historias cotidianas con ritmos que juguetean con el techno, el house y el punk.
En 2019 presentó su disco debut homónimo con 24 temas con los que es fácil identificar el estilo de Carlos; canciones como “El Gaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas”, “Chachitos con agua”, “Transbordo en Pino Suárez” y “Torta de tamal” le rinden tributo a nuestra caótica Ciudad de México.
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