El sentimiento de ver una ballena es inigualable, su magnanimidad y belleza conmueven. Y sabemos que el Mar de Cortés es un lugar privilegiado para verlas y admirarlas. Su conservación es fundamental para nuestros mares, y por eso es tan importante la divulgación de su cuidado. Ahí es donde entra la labor de este lugar: El Museo Nacional de la Ballena, en Mazatlán, Sinaloa.
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El Museo Nacional de la Ballena (MUNBA) es un espacio para aprender del fascinante mundo de los cetáceos; o sea que no solo aprenderás sobre los seres más grandes que han habitado la tierra, como las ballenas, los cachalotes, y las orcas; sino también de delfines, vaquitas marinas.
Para empezar, su arquitectura destaca al estar hecho con contenedores de mercancías (una manera de reutilizarlos y rendir homenaje a Mazatlán como puerto), pero por dentro apenas y se nota. Vemos esqueletos de diversos tipos de cetáceos, algunos muy raros, otros más convencionales pero igual de impresionantes, la gran mayoría reales.
Y aunque sin duda estas piezas encantan en muchos niveles al poder incluso ponerte entre sus huesos torácicos, la parte museográfica de aprendizaje no tiene desperdicio. Nos quita muchos prejuicios o falsas ideas que teníamos de estos seres tan fantásticos. Incluso hace relaciones con la literatura al explicarnos Moby Dick y sobre la caza de ballenas (hoy ilegal en la mayoría de países). Aprendemos de sus formas de organizarse, cazar y mucho más.
Además, es interactivo, por lo que puedes tocar y no solo aprender viendo. Por si no fuera suficiente, hacen una enorme labor por promover la pesca responsable y la conservación marina.
Educativo, responsable y con una misión por cuidar a unos de los seres más impresionantes de la tierra.
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