Museo Jumex

Nuestro cuerpo transita incontables superficies. Vamos de un lugar a otro, siendo influenciados por sus colores, aromas, conflictos y virtudes. Así, dos preguntas resultan: ¿cómo nos influye y cómo influimos los espacios que tocamos? Explorando esto, el Museo Jumex nos presenta Siluetas sobre Maleza, una exposición compuesta por seis mujeres latinoamericanas que han basado su trabajo en la conexión entre la corporalidad y las superficies físicas.  Te puede interesar: La idea y la odisea, una exposición gratis en el Ex Teresa.  Las artistas presentes en la exposición son: Ana Mendieta (Cuba), Frieda Toranzo Jaeger (México), Minia Biabiany (Guadalupe), Nohemí Pérez (Colombia), Vivian Caccuri (Brasil), y Vivian Suter (Argentina). Al igual que los cuerpos y los lugares, la exposición será espacio para diferentes formatos artísticos, en el que convivirán instalaciones, performance, video y pintura. Cada pieza muestra su visión particular sobre los paisajes visitados.  Ana Mendieta, por ejemplo, captura su cuerpo en piedras, o rodea su figura con diferentes materiales como piedras, flores, palos, e incluso sangre. Minia Bibiany tiene un interés similar: las zonas de Panamá y el Caribe conservan una rica biodiversidad ligada a una historia ancestral y de colonialismo; sin embargo, esta conexión se ha perdido a lo largo de los años, aspecto que recalca en sus obras.  Otra gran muestra es la obra de Nohemí Pérez, piensa que el ser humano se conecta con los lugares desde la violencia.

Abrirle las puertas al mundo representa una oportunidad para descubrir y dejar que nos descubran. Conversar sobre nuestros orígenes, nuestras pertenencias y similitudes. Y como toda buena plática, nos apropiamos de ideas del otro interlocutor; sin embargo, ¿qué pasaría si estas palabras desfiguran una identidad establecida? La nueva exposición del Museo Jumex, realizada por Débora Delmar, Liberty & Security, alza los ojos ante una problemática latente: la gentrificación y el consumismo.  Te puede interesar: Siluetas sobre Maleza una exposición colectiva de artistas latinoamericanas.   Lo más reciente de la artista mexicana llega al Jumex como una interesante propuesta: la gentrificación supuso un cambio en sus estructuras físicas como en sus significados. El fenómeno gentrificador surgió por una constante privatización y una homogeneización del espacio público. Pensemos en esquinas llenas de cultura siendo borradas por departamentos diminutos. Kioscos de música y alegría por estructuras octagonales decaídas. Espacios naturales que se confunden con plazas comerciales. Lo distintivo se convierte en confundible. La felicidad sujeta al comprar. Las piezas de la capitalina reflexionan sobre lugares reconocibles atados al consumo, como los museos y galerías. Su control en el acceso denotan problemáticas como unas fronteras claras entre clases sociales.  El piso del Museo Jumex se cubrirá de rejas, dispositivos de seguridad y rótulos en ensamblajes. Estos elementos tendrán un papel

Sinceramente, no esperábamos nada de la idea de presentar una ópera en un museo. Pero La Gruta: una ópera en dos actos del artista Clotilde Jiménez nos ha sorprendido muy gratamente, ya que nos cuenta una historia sencilla pero desgarradora, con música en vivo y una instalación muy interesante que usa técnicas cinematográficas de forma innovadora y nos demuestra que sí, esto solo se habría podido ver bien en un museo, en este caso el Museo Jumex. Te puede interesar: Francis Ford Coppola nos platica sobre Megalópolis La Gruta sigue el viaje de Leopoldo, un niño de un pueblo en México llamado La Garra. Se exilia al tener un encuentro con chaneques, seres ancestrales y sobrenaturales del folclore nacional. En su historia se ven reflejados miles de seres humanos marginados y desplazados, y en esta ópera se mezcla tanto la tradición católica como nahua, ofreciendo una mirada francamente inesperada de un artista de origen puertoriqueño pero que vive en la CDMX.  Quizá esto último te extraña un poco, a nosotros también. En el arte (y más cuando se trata de artes visuales) la mirada importa, y mucho. Quién lo cuenta y desde dónde. Pero acá no se intenta contar una historia desde el desconocimiento, desde la mirada de extrañeza al otro (que serían los habitantes de La Garra), sino contar una historia personal de exilio y migración pero con los elementos de este sitio.  Sin duda, como obra se siente algo descolocada, primero por su naturaleza como ópera (muy europeo) y segundo por su l