Siempre fue un colegio. Cuando era nuevo y no antiguo, fueron los jesuitas quienes desde su fundación en 1588, impartieron ahí las clases. Apenas 30 años más tarde, en 1618, el Rey Felipe III de España le agregó el adjetivo que aún hoy y año con año va conrando más sentido, lo llamó: el Real y Más Antiguo Colegio de San Ildefonso. Y pasaron siglos y el edificio se hizo cuartel de tropas, nuevamente colegio, nuevamente cuartel… hasta que en 1867, el gobierno de Benito Juárez lo estableció como la Escuela Nacional Preparatoria, y siguió siéndolo hasta 1978, que cerró. Se reabrió como espacio cultural en 1992 y a partir de ese momento ha albergado algunas de las exposiciones temporales más memorables que ha presenciado la ciudad.
Dentro del recinto se encuentran diversos murales de artistas como Jean Charlot, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y “La Creación”, el primer mural de Diego Rivera. Además, en este espacio se ha expuesto arte virreinal, moderno y contemporáneo. Entre sus exposiciones recientes resaltan la de las esculturas hiperrealistas gigantes de Ron Mueck, el pensamiento de José Saramago, la obra fascinante de Antony Garmley o las pinturas de Marilyn Manson, entre muchos otros.
Las exposiciones suelen complementarse con talleres y conferencias. Además ofertan actividades en horarios nocturnos, para que los chambeadores no nos quedemos con las ganas de asistir.
Como extra, es uno de los pocos museos que cuenta con un restaurante en forma y no un deli. Les recomendamos tomarse un café con vista a uno de los hermosos patios. Es un ambiente tranquilo que te lleva lejos del caos de la ciudad.