Entre las calles Isabel La Católica y Venustiano Carranza del Centro Histórico de la CDMX se encuentra el Palacio de los Condes de San Mateo de Valparaíso, una de las tantas razones por las que el político británico Charles Joseph La Trobe nombró a la capital como “la ciudad de los palacios” en 1836. Tras nueve años de estar cerrado, este edificio se abre para ti como el museo Foro Valparaíso, en el cual encontrarás historia, tanto de la familia que vivió aquí como del Banco Nacional de México que actualmente es dueño de este recinto, y 117 obras de los artistas mexicanos más influyentes del siglo XX.
El primer recorrido al Foro Valparaíso se hace desde la calle, al admirar la arquitectura del siglo XVIII encargada al arquitecto Francisco Antonio de Guerrero y Torres, quien unificó el estilo europeo del barroco con un lenguaje mexicano. Es por eso que para su construcción se usó cantera de Chiluca; la fachada fue recubierta de tezontle, la roca que nace de los volcanes que rodean el Valle de México; finalmente, se le adornó con los famosos azulejos de talavera de Puebla. Esta unión con la cultura y el arte mexicano es un tema muy recurrente en el edificio, por eso lo primero que te recibe en su interior es una obra paisajista del Valle de México de Daniel Thomas Egerton.
El recorrido continúa por 22 salas, pasa por la historia de la familia que mandó a construir el palacio, a través de retratos de uno de los máximos exponentes de la pintura barroca, Miguel Cabrera. También se cuenta de manera interactiva el nacimiento del Banco Nacional de México, que sucedió dentro de las paredes del mismo palacio. Por ejemplo, se hace una demostración de voz en off del día en que se creo el banco, con grabaciones que recrean la conversación de los directivos.
El Foro Valparaíso exhibe las obras que fueron adquiridas por Citibanamex y que no podrás encontrar en otros museos de la ciudad, ya que son pinturas que pertenecen a géneros que interesaban más a la burguesía. Verás temas como la existencia y la insignificancia de los bienes materiales, en la sala Naturaleza muerta con obras de Frida Kahlo y María Izquierdo, mientras que la sala dedicada a la Escuela Mexicana de Pintura reúne a grandes pintores del siglo XX como Rivera, Siqueiros, Orozco y Camarena, todos ellos hablando sobre la humanidad y la identidad propia de los mexicanos. Aunado al sentimiento de identidad mexicana, observarás pinturas paisajistas, de figuras como Jean-Baptiste Gros, Eugenio Landesio y a su más grande aprendiz, Dr. Atl.
El rol de la mujer es algo que destaca en la exposición permanente del museo, ya que se encuentra la primera pintura hecha por una artista mexicana, una representación de la Virgen de Guadalupe, realizada en 1798 por María Guadalupe Moncada, también destacan obras de Leonora Carrington y Remedios Varo, quienes se encuentran en una sala que habla del surrealismo, una corriente en la que también participó Juan O’Gorman, Julio Prieto y Francisco Toledo, artistas también presentes.
No pierdas de vista las escaleras suspendidas que son únicas en toda Latinoamérica y que sorprendieron a la arquitectura moderna por su estilo doble helicoidal, siendo tan precisas que si las miramos desde abajo vemos una hermosa silueta de caracol.
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