Curiosidades que (quizá) no conocías de la Ciudadela-Biblioteca México

El edificio donde hoy encontramos la Biblioteca México originalmente fue construido para instalar la Real Fábrica de Tabacos de la Nueva España. 

Se cree que fue porque el primero a cargo de su construcción fue el ingeniero militar Miguel Constanzó.  Sin embargo, aunque Constanzó fue el primer encomendado por el virrey Antonio María de Bucareli y Ursúa, fue en realidad Miguel Cascaró quien llevó a cabo el proyecto al inicio, en 1788. Luego, en 1793, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando decidió encargar la construcción al arquitecto español José Antonio González Velázquez, quien entonces fungía como director de arquitectura.

15 años tomó en realidad su construcción, concluyendo en 1807, pero tomando en cuenta que fue suspendida entre 1801 y 1805.

Durante la guerra de independencia el edificio fue destinado a Parque General de Artillería, convirtiéndose oficialmente en Ciudadela el 19 de octubre de 1816. Como dato, sirvió de prisión política a José María Morelos y Pavón en 1815.

El 27 de noviembre de 1946 fue inaugurada por el presidente Manuel Ávila Camacho, la Biblioteca de México y ha permanecido así desde entonces.

En los 80’s se propone crear el Centro Cultural Ciudadela. En ese tiempo la Biblioteca ocupaba la cuarta parte del edificio, que compartía con oficinas de la Secretaría de Gobernación, de la Defensa Nacional y escuelas de la SEP. Pero en 1987 se entrega todo a la SEP para que el arquitecto Abraham Zabludovsky desarrollara el proyecto de remodelación y restauración para albergar a la nueva Biblioteca.

La Biblioteca de México conserva las bibliotecas personales de los escritores José Luis Martínez, Antonio Castro Leal, Jaime García Terrés, Alí Chumacero y Carlos Monsiváis. Cada colección con un espacio aparte y muy bello.

Tiene una sala única, la Sala para Personas con Discapacidad Visual, diseñada por los arquitectos Gabriela Carrillo y Mauricio Rocha, y cuenta con instalaciones de vanguardia  y adecuadas para el desplazamiento de los usuarios tanto con perro guía como con bastón blanco, así como con pisos antideslizantes, mobiliario, cabinas de trabajo, cubículos y equipo electrónico con tecnología de punta en lo referente a grabaciones, programas parlantes, e impresión en Braille.

Fue concebido también por los Gabriela Carrillo y Mauricio Rocha, del Taller de Arquitectura, en colaboración con Jerónimo Hagerman, quien se encargó de que los elementos olfativos ofrecieran sentido de ubicación, algo fundamental en la composición del espacio. La experiencia olfativa se da por las especies de plantas y flores en los pórticos, con vegetación trepadora de jazmines, romeros, lavandas, que complementan la acción al aire libre con bancas.

Entre otros de los espacios que se albergan encontramos: Las bibliotecas personales, Sala de Consulta, Sala General, Sala Infantil, Sala para Personas con Discapacidad Visual, Fondo México, Fondo Reservado, Hemeroteca, Galería Abraham Zabludovsky y  Patio Octavio Paz.