Los lugares favoritos de Gabriel García Márquez en la CDMX

Se sabe por todos los amantes de este icónico espacio, que era de los favoritos de Gabriel García Márquez. Y es que era uno de esos puntos de encuentro de la elite cultural del momento. “Grandes bohemios, literarios y cantautores han coincidió en el ‘cultubar’ Siqueiros. Ahí se va a conversar, a comer tapas y a beber buen vino”, escribiría Lilia Abarca en El Universal en el lejano 2005.

Uno de sus restaurantes favoritos de toda la CDMX era sin duda el Bellinghausen, en la colonia Juárez. Era común que fuera a leer o que se citara con algunos de sus amigos en este espacio. Tú aún puedes ir a verlo y leer nuestra reseña para saber qué es lo que le generaba tanto placer al escritor. Hoy en día lo hallamos ya no en la Juárez sino Polanco, pero la escencía busca mantenerse. 

Sólo un lugar del DF puede presumir la leyenda de que, entre sus paredes, el “Che” Guevara y Fidel Castro planearon la Revolución Cubana. El Café La Habana está lleno de relatos sobre comensales célebres y momentos históricos que han sucedido al calor de una taza de su café, ilustrados por algunas fotografías del lugar y una placa con nombres conocidos. Miembros del personal que llevan hasta 50 años trabajando ahí, cuentan alegremente las historias del café que hoy en día es más frecuentado por los oficinistas de la zona a la hora de la comida, que por revolucionarios y poetas, como Gabriel García Márquez. 

“Si Gabriel García Márquez fue cliente de este lugar, entonces debe ser el punto de reunión de una gran cantidad de intelectuales” se decía dentro de los muros de El Cardenal, uno se los restaurantes que se dice, era de los más recurrentes del colombiano-mexicano. Hablar de clásicos siempre implica un riesgo, sobre todo en restaurantes: son bastantes los que viven de sus glorias pasadas. Afortunadamente, hay algunos que ameritan su prestigio y ofrecen lo que cualquier comensal esperaría de tal categoría: excelente comida y buen servicio.

Mientras que García Márquez llamó la CDMX “ciudad luciferina”, a nuestro querido pulmón de la ciudad lo llamó “bosque encantado”. Esto lo dijo en una entrevista, donde también declaró que uno de sus grandes recuerdo de nuestra ciudad fue cuando llovia con un sol radiante en medio del Bosque de Chapultepec.