De acuerdo con sus creadores, este hotel está inspirado en Dalí y una de sus obsesiones: el huevo.
Abundan los colores naranjas y azules. Una de sus ventajas es que a diferencia de otros lugares, las habitaciones son muy iluminadas de luz natural, lo que evita cierta sensación de claustrofobia. Lo malo: la vista no es muy agradable que digamos.
Hay habitaciones desde 380 pesos y hasta 500.