Con sus 75 habitaciones y una ubicación privilegiada en el Caribe mexicano, este resort enclavado en el corazón de la Riviera Maya abrió sus puertas hace menos de un año. Entre sus amenidades podrás encontrar restaurantes, palapas divinas junto al mar y actividades como esnórquel y pádel —recordemos que el coral que tiene enfrente es uno de los más grandes del mundo—.
Además de amaneceres y ceremonias mayas que se realizan para todos los huéspedes, podrás disfrutar en un ambiente de confort en una zona totalmente exclusiva; el lujo, el glamour y por supuesto el descanso se hace presente en sus espacios diseñados e inspirados por la cultura Maya y decorados por artistas mexicanos contemporáneos. Todo en las habitaciones podrás llevártelo a casa porque literalmente es una pieza de arte que puedes comprar como si fuera una galería.
La comida, las amenidades y por supuesto las bebidas están inspiradas en nuestra cultura y respetan muchísimo a los productores locales; es decir, la siembra y todos los elementos que se emplean en la cocina, así como la pesca el día, son sustentables, ya que Etéreo tiene como misión que los huéspedes sientan el mundo maya como primera experiencia y disfruten de los productos nacionales.
Su spa exclusivo, SANA, tiene un cenote artificial. Aquí podrás recibir una ceremonia para purificar pulmones, piel y hasta el alma; desde el sonido hasta el sauna con mieles que purifican tu piel, la experiencia de SANA se complementa con amenidades que puedes tomar al aire libre o un masaje delicioso según las necesidades que tengas.
La comida es cosa aparte. Aquí hay dos restaurantes; el primero, Che Che, fusiona la comida japonesa con la gastronomía local con platillos con inspiración marítima. Me gustaron mucho las propuestas gastronómicas de Che Che, pedimos ostras para compartir en una cama de sal y pimienta que puedes disfrutar en la playa o el ceviche de pulpo en porción ideal para dipear con sus tostadas y salsa habanero. La pesca del día es buenísima, si pides el róbalo o el salmón acompañado de su guarnición lo entenderás, y algunos tragos como el negroni y el green dragón que están hechos de sake son un must.
En cuanto a la cocina local, el restaurante Itzam del chef ejecutivo Miguel Baltazar, fusiona los elementos de la cocina tradicional maya con la comida contemporánea. Las delicias van desde los tradicionales cortes americanos como el brisket o los clásicos BBQ que se maridan perfecto con los vinos de Baja California hasta opciones veganas. Para los que no quieren comer tanta carne, te recomendamos las brochetas de camarón, el fresco ceviche rojo e incluso, las tostadas de marlin, que son un sueño en el paladar.
El apartado de los tragos corre a cargo de El Changarrito, que está en la playa en donde podrás pedir de manera ilimitada cócteles de la casa. Recomiendo el Playapink con gin y dragón fruit, o Chile con playa, con pox, habanero y limón. Perfectos para bajarse el calor.
Por otro lado, todas las habitaciones cuentan con su tina de masaje. Los elementos que incorporan son totalmente naturales; el shampoo a base de miel y acondicionador son maravillosos. Algunas de las suites tienen una alberca privada para disfrutar de la vista —literalmente estás viendo al Caribe Mexicano mientras descansas— y se puede ir a gusto en pareja o trieja sin problema porque todos caben perfectamente bien en las camas.
Hay que resaltar que la privacidad es el plus del hotel. Todo el tiempo estás solo en tu espacio, pero está diseñado para que puedas convivir con otros huéspedes. Tienen una piscina para adultos y otra para niños. El hotel es muy bonito porque no tiene logos o indicadores de que estás en un resort. Los materiales están hechos para que no almacenen calor y puedas disfrutar la experiencia caminando descalzo. Toda la experiencia en Etéreo se disfruta a pie; del restaurante a tu habitación o la playa, ofreciendo vistas espectaculares que te hacen sentir como si estuvieras flotando en el río. Pero no te asustes, el hotel está incrustado en el manglar de una manera en la que respeta al ecosistema.
Algo que nos gustó mucho es que la gente es muy amable. Nosotros fuimos de incógnitos y el trato fue el mismo para todos. El staff está preocupado para que vivas la experiencia; todo el tiempo están al pendiente de tus necesidades. Como actividades complementarias hay: lectura de tarot, lectura de calendario maya, crossfit, yoga al aire libre, sanación espiritual, pádel, snorkel, buceo y todo lo que puedas imaginar, pero vale toda la experiencia.
Paseo Kanai 16, 77730. Quintana Roo.